La ciudad autónoma tiene mucho que aprender de otras
autonomías como Cataluña o de países como Italia y Alemania
en lo que a protección animal se refiere, y más
concretamente, en cuanto a gatos callejeros. Así lo explica
una vecina, Ana María, quien reivindica la necesidad de una
normativa en contra del sacrificio.
Cataluña aprobó una de las leyes más avanzadas de Europa en
protección animal, la cual prohibe el sacrificio de perros y
gatos abandonados. Además, los centros públicos que acogen
animales abandonados están, desde 2007, obligados a
mantenerlos de por vida y en condiciones dignas. Según dicho
reglamento, aprobado por el Parlamento catalán, el abandono
es considerado como falta muy grave, lo mismo que el
maltrato, con sanciones que ascienden hasta los 20.000
euros.
Este es uno de los ejemplos. Ana María da cuenta de varios.
Se trata de una vecina de Ceuta que está harta de cómo está
la situación en Ceuta en cuanto a la protección de animales
abandonados, especialmente gatos callejeros. “Ceuta es
tercermundista”, lamenta la señora. “Yo no lo comprendo, es
increíble que en pleno siglo XXI se trate tan mal a los
animales”, agrega. Y para argumentar que Ceuta está a la
cola en protección animal, Ana María no sólo se basa en las
declaraciones oficiales de la Consejería de Sanidad, quienes
reconocen que sacrifican animales, sino que acude a EL
PUEBLO con recortes de revistas en los que se da cuenta de
ejemplos de ciudades en los que el respeto animal está
reconocido.
La mayoría de las autonomías tienen reglamentos de
protección animal. Además, a nivel internacional, Alemania
lo ha incorporado a la Constitución y en Italia está, desde
1991, prohibido el sacrificio de los animales de compañía
abandonados, tal como informan estas revistas.
Los recortes no sólo informan de la legislación, sino que
además rompen falsos mitos sobre que los gatos transmitan
enfermedades. Por el contrario, detallan los efectos
beneficiosos que aporta compartir la vida con animales
domésticos. “Tener un gato reduce el riesgo de infarto”,
explica una de las informaciones. “No sólo brinda afecto,
compañía y diversión, un gato en el hogar ayuda a proteger
el corazón de su dueño y a reducir casi en un tercio el
riesgo de que sufra un ataque cardíaco, en comparación con
quienes no tienen felinos.
Además, tanto el estrés como la ansiedad se reducen
considerablemente con un gato en casa. Otros de los
beneficios reconocidos son que “anima en la adversidad,
infunde valor y favorece la actividad”.
Sobre los gatos se ha escrito mucho, como aquella cita que
reza que “un maullido es un masaje al corazón”. Aunque
frente a los que no promulgan el respeto, quizás sea mejor
recordar otras más directas como aquella de “a las personas
a las que no les gustan los gatos, seguramente es porque en
otra vida fueron ratones”.
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