Bien está no solo lo que bien
acaba, sino también lo que bien empieza. Y la 17 reunión del
Foro de Investigadores sobre el Mundo Árabe y Musulmán (FIMAM)
que les reseñé el pasado domingo estuvo a la altura de las
circunstancias, contando incluso en la clausura con la
asistencia del doctor Azzuz Hakim, decano de los
historiadores marroquíes y memoria viva de unos tiempos ya
pasados sobre cuya figura (homenajeada por cierto
recientemente en la Universidad de Granada) e ingente obra,
más de 340 monografías en árabe y castellano, versó la
profesora de la Universidad de Extremadura, Rocío Velasco de
Castro: “Fi rikab za´im al-wahda, una fuente inédita en
castellano para el estudio de las relaciones marroquíes
durante el Protectorado”. Pese a su avanzada edad, el doctor
Hakim tuvo el humor y la lucidez de contestar algunas
peguntas abordando en su intervención el final del
Protectorado, pues no en vano el doctor Hakim vivió desde la
primera línea, tanto en la administración española como al
lado de Abdelhalak Torres, secretario general del Partido
Reformista Nacional (PRN), aquellos convulsos tiempos,
participando más tarde como traductor y consejero del rey
Mohamed V en negociaciones de primer nivel (Acuerdos del
Pardo) . Así, el doctor Hakim destacó como aun “la
historiografía marroquí oficial niega el contacto de los
nacionalistas del norte con el Sultán, lo que no es cierto”.
También fueron de gran interés, entre otras, las ponencias
del profesor Josep Cañabate (Universitàt Autònoma de
Barcelona) sobre “La creación de la justicia
hispano-jalifiana en el Protectorado español en Marruecos” y
la de Manuel C. Feria (Universidad de Granada) abordando
“Los servicios de traducción e interpretación durante el
Protectorado español en Marruecos”, reivindicando la siempre
determinante pero en la mayoría de las veces oscura función
del intérprete, mientras que el profesor argentino Juan José
Vagni, de la Universidad de Córdoba, dedicó su intervención
a un interesante tema por lo demás poco conocido y a la vez
de gran actualidad: “El discurso de unidad
hispanoamericano-árabe: origen y proyección de la diplomacia
marroquí”.
En cuanto al controvertido asunto de la guerra química que
adelanté el pasado domingo (Memoria histórica y relaciones
diplomáticas contemporáneas: el uso de armamento químico en
el Rif), la doctora Laura Feliu, docente e investigadora de
la Universitat Autònoma de Barcelona), dedicó su
intervención más que a datos técnicos sobre el particular, a
esbozar la compleja metodología utilizada en el “papel de la
memoria histórica de las relaciones bilaterales
hispano-marroquíes”, al amparo de la Ley de Memoria
Histórica de 2007, mostrándose convencida (opinión que
comparto) en que más tarde o temprano se abordará “algún
proceso (entre España y Marruecos) para que se canalicen
estas demandas”. Tras la conferencia, tuve la oportunidad de
tomar un tradicional té moruno en compañía de la profesora
Feliu, compartiendo su talante afable y moderado dialogando
con franqueza de estos asuntos, estableciendo unas líneas de
contacto y eventual colaboración.
También en relación con el tema de los gases tóxicos
arrojados con ocasión de la Guerra del Rif, matizarles algo
que a mí ya me en su momento me pareció extraño y sobre lo
que llamó mi atención éstos días el profesor Bernabé López,
referente a su ponderada e interesante conferencia de
inauguración. Por un lapsus de lo más corriente (a mí -¡y a
quién no!- me ha ocurrido en alguna ocasión), si bien el
doctor Bernabé se refirió también a los gases tóxicos en el
sangriento levantamiento del Rif de 1958-1959, en realidad
quería mencionar (como yo sospeché) el napalm, componente
éste que si se usó con profusión. ¡Anda que incluso
escribiendo no cometemos a veces gazapos de cuidado!, máxime
hablando y pasando con rapidez de un tema a otro. Corregido
queda pues, mi estimado profesor Bernabé y pelillos a la
mar. El que nunca se equivoque puntualmente que abra la
boca. Visto.
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