España cumple con sus compromisos y trabaja para cumplir
unas previsiones realistas, pero sufre por ser el rompeolas
de seguridad de la zona euro.
La reducción del déficit público es ineludible pero debe
hacerse en una senda que sea prudente y sensata.
A pesar del difícil contexto europeo e internacional, se
observan signos positivos de recuperación, gracias a las
reformas del Gobierno.
Ya hay un superávit mensual de 500 millones de euros en las
exportaciones, lo que está corrigiendo el déficit por cuenta
corriente de forma acelerada y con el que alcanzaremos 2013
con saldo positivo.
La economía española ha frenado su caída al 0,3%, la
actividad turística ha dejado un superávit de 17.459
millones, el déficit del Estado ha bajado al 3,9% en
septiembre y los intereses de deuda pública han caído.
El ministro Luis de Guindos: “Cuanto antes se resuelva la
crisis de credibilidad del euro, antes podrá España volver a
la senda del crecimiento.
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