La semana pasada era rechazada en la Comisión Mixta para la
Unión Europea (UE), integrada por diputados y senadores, la
propuesta socialista sobre las perspectivas de desarrollo
futuro de la Ciudad Autónoma de Ceuta.
Básicamente lo que se pedía era que el Gobierno de España
hiciera todo lo posible para que se creara en el seno de la
UE una nueva categoría regional, la de “ciudad fronteriza
alejada”, en la que Ceuta y Melilla tendrían especial
cabida. De esta forma quedarían reconocidas las especiales
características y singularidades de nuestra ciudad,
garantizando de forma estable una serie de fondos y ayudas
europeas, a semejanza de las “regiones ultraperiféricas”,
tan importantes para que logremos “unos niveles de vida, de
calidad de los servicios públicos, y de desarrollo económico
y empleo, iguales a los del resto del territorio común”, tal
y como se reconocía en las Conclusiones de la Ponencia sobre
las especificidades de Ceuta y Melilla y su situación ante
la UE en septiembre de 2011.
Mucho hemos oído estos últimos días al respecto, sobre todo,
por parte del PP (que tiene la mayoría parlamentaria)
intentando justificar por qué su partido ha rechazado esta
propuesta, y especialmente, a diferentes dirigentes
populares de nuestra ciudad que se han visto en una
situación especialmente controvertida para ellos, e
intentaron defender lo indefendible.
Lo único que se les ocurrió argumentar es que “no
necesitamos este reconocimiento por razones evidentes” y que
están “trabajando en un traje a medida para Ceuta”.
Declaraciones desafortunadas que sólo demuestran un total
desconocimiento de la UE por parte del Partido Popular;
porque señores, por “razones evidentes” las Islas Canarias
tampoco deberían entonces ser reconocidas como región
ultraperiférica (ya que todos sabemos que son islas). Y en
cuanto a los trajes a medida... poco me fío yo de la
experiencia del PP.
Me gustaría aclarar que esta Propuesta No de Ley, y
concretamente la elaboración de este nuevo concepto de
ciudad fronteriza alejada, es el producto de un minucioso y
constante trabajo de los socialistas, intentando lograr en
la UE este reconocimiento tan deseado y necesitado por todos
los ceutíes, desde hace varios años.
Concretamente, en marzo del 2009, los socialistas
presentamos por primera vez este concepto en una serie de
enmiendas a un Informe en el Parlamento Europeo sobre los
Fondos Estructurales. Con anterioridad en otras ocasiones
intentamos introducir menciones específicas a Ceuta y
Melilla sin éxito; por otra parte comprensible, ya que si se
abre esta vía, muchos otros países europeos también querrían
introducir regiones específicas suyas poniendo en peligro
así el tan apreciado y delicado equilibrio europeo en
política regional.
Aprobando esta nueva fórmula, logramos por primera vez que
se incluyeran Ceuta y Melilla como regiones europeas al
estilo de las regiones ultraperiféricas; así que empezamos a
utilizarla. Hasta en un total de 6 informes distintos
presentamos enmiendas en este sentido en la legislatura
pasada siempre con el voto en contra del PP, grupo
mayoritario también en la Eurocámara; y en esta legislatura,
seguimos trabajando en este sentido.
Los socialistas no decimos que esta sea la única propuesta
posible, pero viendo los resultados que obtuvimos es la
mejor vía que hemos encontrado hasta ahora para defender
nuestros intereses desde una perspectiva europea. Así lo
hemos hecho tanto a nivel europeo, como nacional.
Frente a ello, lo único que ha hecho el partido en el
Gobierno es votar, una y otra vez, en contra, sin proponer
ninguna alternativa; así lo han hecho en el Parlamento
Europeo y así lo hicieron una vez más la semana pasada en el
Congreso.
Siguiendo esta línea de trabajo, nuestro Secretario General
presentó una iniciativa hace unas semanas que dio como
resultado la celebración ayer de un Pleno extraordinario
para tratar este tema. Y por primera vez, el PP no rechazó
nuestra propuesta frontalmente como hizo en el Congreso y se
aprobó un texto consensuado por las principales fuerzas
políticas de nuestra ciudad.
La cuestión que ahora me preocupa es: ¿y ahora qué?
¿Cuales van a ser las consecuencias reales de este
documento? ¿Qué va a hacer el Sr. Vivas con él? ¿Va a ser
capaz de defender “Ceuta como ciudad fronteriza alejada”
frente al Gobierno central, o va a olvidar este documento en
un cajón, plegándose a las órdenes de Madrid, tal y como le
pasó a la Sra. Sanín, que se vio obligada a retirar las
enmiendas que presentó a nuestra PNL la semana pasada y
votar en contra de ella?
Esto sería inaceptable. La derecha, con su actitud, nos ha
hecho ya perder varias oportunidades de avanzar un poco más
en la defensa de los intereses de Ceuta en la UE. Les
pediría, al menos, una mejor coordinación y algo más de
coherencia para que no vuelva ocurrir que en Ceuta voten una
cosa y en Madrid la contraria con tan sólo una semana de
diferencia.
Seamos serios. En las circunstancias actuales de crisis
económica y social en nuestro país, y especialmente para
Ceuta en el contexto actual de debate de las Perspectivas
Financieras europeas para los próximos años, la medida urge
porque el tiempo apremia.
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