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La Consejería de Medio Ambiente,
Servicios Comunitarios y Barriadas se ha propuesto ahorrar
al máximo. Por ello el consejero Gregorio García Castañeda
ha decidido que cada uno de los contratos de recogida
selectiva se reduzca en un 50%. Una medida muy destacable
dadas la situación de crisis por la que pasa la ciudad. Y si
con esa reducción se cumplen los objetivos, mejor aún. Esta
decisión no se ha tomado a la ligera y García Castañeda,
junto con los técnicos de la Consejería, han trabajado en la
elaboración de informes y han calculado las posibilidades de
disminuir la cantidad de estos contratos. Los primeros serán
dos muy importantes: la planta de descontaminación y la
recogida de papel y cartón y su posterior prensado para ser
llevado a la península.
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OPINIÓN / EDITORIAL
