Sobre el rendimiento educativo de
nuestras Comunidades Autónomas se han realizado numerosos
estudios. El más reciente es el realizado por el BBVA, donde
se incluye en el Informe la “Situación de Andalucía”,
segundo Trimestre de 2012. Análisis Económico. El trabajo
analiza el rendimiento global de los estudiantes con datos
del Curso 2008-2009.
El trabajo identifica cuatro dimensiones o facetas en el
desempeño educativo, a los que denomina modificadores de
proceso, y que son: a) acceso, fracción de la población que
entra en cada ciclo educativo; b) éxito, la probabilidad de
terminar; c) duración: el tiempo que tarda en acabar y d)
eficacia: los años medios de trabajo por curso aprobado. Y
de otro lado, está, el valor añadido o competencias, que se
resume con el interrogante: ¿cuánto saben los alumnos?
Una vez contemplada todas las variantes, el resultado final
es que el rendimiento de los alumnos de Andalucía,
analizados los niveles educativos de Primaria, ESO,
Bachillerato, FP1 y FP2, solo supera a los estudiantes de
Extremadura, Castilla la Mancha y Baleares, comunidad esta
última que cierra la lista. A la cabeza se sitúa el País
Vasco, seguido de Asturias, Galicia, Cataluña y Cantabria.
Después están Aragón, Navarra, Castilla y León, Madrid, La
Rioja, Valencia, Canarias y Murcia. (No se incluyen las
Ciudades Autónomas, Ceuta y Melilla)
Al asignar un promedio de 100 puntos, Andalucía se queda con
97 mientras que el País Vasco se dispara hasta los 110. En
el otro extremo, Baleares, únicamente tendría 93,1 puntos.
En mitad de la tabla está Madrid, que logra 101 puntos.
Evaluaciones objetivas: para medir el nivel de competencia
de los alumnos de cada ciclo educativo, los autores del
trabajo consultaron resultados de pruebas de evaluación,
“objetivas y homogéneas para todo el territorio nacional”….
Resuelto el estudio de la dispersión del indicador de
desempeño por niveles educativos es mínima en la Educación
Primaria, donde se refleja únicamente pequeñas diferencias
interregionales en tasas de repetición y aumento según nos
movemos hacia niveles educativos más elevados en los que hay
diferencias más importantes en diversas dimensiones de
desempeño. Las diferencias entre regiones son especialmente
acusadas en términos de tasas de acceso (con un alumno de 34
puntos, entre las regiones mejor y peor situadas de acuerdo
con este criterio) y sensiblemente menores en términos de
nivel de competencias y, especialmente, de las tasas de
supervivencia y duraciones medias, que varían relativamente
poco entre regiones.
Una de las conclusiones del Informe es que en términos
generales, las Comunidades del Norte de España, con el País
Vasco a la cabeza, copan los primeros puestos del ranking,
mientras que las del Sur y Noreste se sitúan en los últimos
lugares. En el caso concreto de Andalucía, los autores del
trabajo destacan que esta Comunidad se sitúan por debajo de
la media nacional en término de la gran mayoría de los
indicadores brutos del desempleo educativo. La única
excepción resultante tiene que ver con las tasas de éxito
(la probabilidad de terminar) en Bachillerato y en FP1, que
están llamativamente por encima del promedio.
Por lo que afecta a otros indicadores, como el acceso
(población que entra en cada ciclo educativo), la duración
(el tiempo que se tarda en acabar) y los conocimientos,
Andalucía está 2,5 puntos por debajo de la media en términos
de desempeño o rendimiento global, lo que coloca en el
puesto catorce del ranking regional ( de un total de 17),
por delante de Valencia, Canarias y Baleares que cierran la
tabla.
El factor económico, unido a las condiones sociales, son
esenciales a la hora de valorar el nivel de rendimiento
educativo, resalta también el trabajo. Es el caso de la
Comunidad de Murcia, por ejemplo, que invierte menos que
Andalucía por estudiantes y año en la Enseñanza no
Universitaria, relación que encabeza el País Vasco y
Navarra. La diferencia entre un grupo y otro ronda los 2.700
euros. Asegura el Informe que los resultados de los sistemas
educativos regionales están fuertemente condicionados por
una serie de factores externos “cuya influencia sería
deseable eliminar en la medida de los posible a la hora de
evaluar su desempeño, con el fin de centrarnos en el valor
añadido”.
Al margen de este estudio, históricamente se constata que
Andalucía, en los últimos años se ha situado siempre en los
puestos más rezagados de los índices que incluían la
política educativa de las distintas Comunidades Autónomas
españolas, donde el País Vasco, Navarra, Asturias… según las
estadísticas consultadas, siguen manteniendo la primacía.
Y el hecho comentado se repetirá en situaciones venideras y
con toda seguridad que no se producirá variaciones algunas.
Y es curioso recordar que cuando se trata de justificar las
inversiones en educación, casi todos los entes Autónomos
repiten la misma “canción”: “En nuestros presupuestos se
encuentra con prioridad lo que se va a dedicar a Educación”.
Y aparecerá el siempre esperado INFORME PISA, que como bien
sabemos se basa en el análisis del rendimiento de
estudiantes a partir de unos exámenes mundiales que ser
realizan cada tres años y que tienen como fin la valoración
internacional de alumnos, cuya responsable de la realización
es la OCDE. ¿Y qué esperamos encontrarnos?
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