Que yo estimo mucho a los
animales, que si no qué veterinario sería”. Ya se sabe,
‘excusatio non petita, accusatio manifesta’. Es lo que
ocurre cuando el principal representante de los veterinarios
en España se enorgullece de pedir que, ya que no son
adoptados, se sacrifique a todos los gatos y perros
callejeros. Y el consejero de Sanidad aplaude la moción pues
parece que el único objetivo de su Consejería es dejar a
Ceuta sin un solo gato en sus calles. La Protectora los ha
acusado de sacrificio masivo. El respeto animal no parece
estar entre las prioridades de este Gobierno. Igual es que
hace como los magos, mata a los gatos para tener una tarea y
no encargarse, por ejemplo, de salir de la crisis.
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