El médico del 061 Antonio González Muriana explica en qué
consiste y cómo tratar la fiebre en niños y cuándo requiere
ingreso hospitalario. La fiebre es un síntoma característico
casi siempre de las enfermedades infecciosas y forma parte
de una respuesta defensiva del organismo. Se da cuando la
temperatura corporal es superior a 38 grados centígrados.
Entre 36 y 37 lo que se da es febrícula. Si el niño vomita,
tiene excesiva somnolencia, hemorragias o se deshidrata,
entre otros síntomas que explica el médico, hay que llevarlo
al hospital. También lo requiere si el niño con fiebre tiene
menos de tres meses.
La fiebre se da cuando la temperatura corporal es superior a
38 grados centígrados. Entre 36 y 37 lo que se da es
febrícula. La fiebre es frecuente en los niños pequeños, y
el médico del 061 Antonio González Muriana explica en qué
casos es necesario llevar al niño al hospital.
La fiebre es un síntoma característico casi siempre de las
enfermedades infecciosas y forma parte de una respuesta
defensiva del organismo, tal como destaca el médico, quien
explica que con los niños es “importante” hacer un
tratamiento antitérmico.
“Hay dos formas de actuar, una con medidas físicas y otros
con medidas farmacológicas sin antibióticos. Las medidas
físicas son tomar líquidos azucarados y frutas abundantes
porque la fiebre produce pérdida rápida de líquidos y
desabrigar al niño. También es recomendable darle un baño de
quince o treinta minutos con agua tibia, que sea dos grados
inferior a la que presenta el niño en esos momentos. Si no
quiere bañarse también se le pueden dar friegas corporales
con esponjas en agua (las friegas con alcohol están
contraindicadas). Además es recomendable que la temperatura
ambiente esté a unos 20 grados.
En cuanto a medidas con fármacos, el médico recomienda el
Paracetamol y el Ibuprofeno, aunque no en menores de seis
meses; además, desaconseja alternarlos. En cuanto a la
aspirina, no se debe utilizar en niños. Respecto a los
antibióticos, siempre que sean recetados por el pediatra,
recomienda administrarlos por vía oral, en lugar de rectal.
“No acortan la infección, pero ayudan a que el niño se
encuentre mejor”, apunta el médico.
Ingreso hospitalario
La asistencia al hospital cuando los menores presentan
síntomas febriles es recomendable siempre que los niños
tengan menos de tres meses. También, independientemente de
la edad del menor, con otros factores. Es el caso de si la
temperatura axilar es superior a 40,5 grados centígrados, si
presenta convulsión, cuando respira con dificultad, cuando
aparecen en el cuerpo manchas de rojo intenso o hemorragias,
si se produce una somnolencia excesiva, un llanto débil o
dolor de cabeza, cuando el niño está desorientado, si
vomita, si se produce escozor al orinar o si presenta
síntomas de deshidratación como tener la lengua seca,
ausencia de saliva, piel poco elástica, ausencia de lágrimas
o ojos hundidos.
En cualquier caso, el médico recomienda ponerse en contacto
con el pediatra o con el 061 si el niño tiene fiebre.
Además, da recomendaciones concretas en el caso de que el
niño convulsione, como por ejemplo no colocar ningún objeto
en la boca del niño durante la convulsión. Si vomita o se
acumula saliva o mocosidad en la boca, hay que poner de lado
la cabeza del niño. Una vez terminada la crisis, con el niño
tumbado y con la cabeza de lado, se debe avisar al 061,
según detalla el facultativo.
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