La autoescuela ‘El Centro’ ha traído a Ceuta el primer coche
adaptado, que sirve para aprender a conducir aunque la
persona tenga cualquier tipo de discapacidad. Además, lo
recomiendan para personas que se sacaron el carnet de
conducir, le cogieron miedo a la carretera y hace años que,
aún teniendo los papeles en regla, no conducen. Es
recomendable en estos casos puesto que el vehículo es
totalmente automático. “Este tipo de coches sirve para ellos
porque pueden volver a conducir en automático y solo tienen
que acelerar y frenar, olvidándose de los embragues”,
explica el director de la autoescuela, José Montes.
Además, se le puede añadir al volante un aparato para
cambiar con las manos las funciones de limpiaparabrisas,
bocina, intermitentes, etcétera, y así no tener que utilizar
en ningún momento las piernas, por lo que el coche sirve
para las personas de movilidad reducida.
“Teníamos una flota de vehículos entre los que había uno que
ya estaba para dar de baja por términos de Tráfico, así que
pensamos en la opción de en vez de traer uno nuevo de las
mismas características, y como en la península, con la
crisis, muchos vehículos se están vendiendo, salió la
oportunidad de adquirir un vehículo adaptado para los
discapacitados”, explica el director de la autoescuela.
Un precio más elevado
El inconveniente de adquirir un vehículo adaptado es el
precio, según explica Mata. “El coste de un coche ya es
caro, unos 12.000 o 13.000 euros aproximadamente, y si
encima hay que añadirle 3.000 o 4.000 euros para adaptarlo,
y que sirva para todo tipo de discapacidades, pues el precio
se eleva”, explica. “Después hay que añadirle
modificaciones. Por ejemplo, tiene freno y acelerador como
los coches automáticos, pero dispone de la opción de ponerlo
en lugar de en el pie derecho, en el pie izquierdo, para las
personas que les falta una pierna; en cuanto a los
intermitentes tiene para darles o con la mano derecha o con
la mano izquierda; tiene también un aparato que se aclopa al
volante para varias funciones. Todo esto incrementa mucho el
precio del vehículo”, añade.
“Una persona que se compra un coche adaptado lo adapta a su
discapacidad, pero este vehículo está preparado para todas”,
matiza. Mota explica que no es un vehículo para “hacer caja”
con él, sino que su función principal es cubrir una
necesidad. Hasta el momento sólo ha hecho las prácticas con
él una persona, pero varias han ido a preguntar para
inscribirse a la autoescuela. El precio de cada clase
práctica es de 25 euros, unos euros más que con los coches
normales, a fin de rentabilizar el vehículo. “Simplemente se
ha traído por ofertar esta opción a estas personas, pues
hasta ahora las personas minusválidas se han sacado en
nuestra autoescuela la parte teórica, pero luego o bien se
iban fuera a hacer el examen práctico, o bien se tenían
ellos que buscar un coche adaptado a su discapacidad y
agregarle un doble mando, por lo que pasaban varios meses
hasta que podía dar las clases prácticas y pasar el examen.
En principio, todo ese proceso se acelera”, añade.
Tampoco en la península son muchas las autoescuelas que
disponen de vehículos adaptados para las personas con
discapacidad, puesto que la mayor parte del tiempo están
“parados”, según explica el director de la autoescuela. “Hay
que pensárselo muy bien antes de hacer ese desembolso,
porque es decir voy a comprar un coche que la mayor parte
del tiempo va a estar inutilizado”, apunta.
En cuanto al profesor, el coche tiene las mismas
características que un vehículo no adaptado, con un doble
mando para que guíe la conducción. “Las explicaciones y
enseñanzas son las mismas que en un coche normal”, apunta.
Esta autoescuela está en el Paseo de la Marina Española
número 17.
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