¿Solo o en compañía de otros?;
¿con tus manos o con las de tus jais (hermanos) del Tabligh?
Muy agresivo este muchacho como todo el mundo sabe, con una
violencia latente ya demostrada en el entierro de Zadredin
Abdelkader (Salem), fallecido el 1 de febrero de 2010 y
cuyas circunstancias el lector puede redordar en esta
columna correspondiente al 3 de febrero de ese año; o la del
11 de febrero de 2010 (Abselimo “el tablighi”: un juicio con
suspense) que remataría el 24 de junio del mismo año:
Abselimo “el tablighi”: visto para sentencia”. ¿Algunas
“risitas” Abselimo…? Pero sigan y lean, esto ya se lo
contaré al final.
Sobre la falsa “tolerancia” y el presunto “pacifismo” de la
peligrosa secta de la Yama´a al-Tabligh el Da´wa, a las
pruebas me remito. Por no hablar, ya llegará el momento, de
los “tablighi” autores de varios atentados contra las tropas
multinacionales en Afganistán, en concreto por ejemplo a
finales de mayo de 2011 contra los efectivos italianos de la
ISAF (Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad)
acuartelados en Herat. Claro que entre los centenares de
miles de seguidores (más de dos millones en todo el mundo)
del movimiento Tabligh y naturalmente entre sus fieles
ceutíes, seguro que hay un gran número de buenas personas,
seguro, musulmanes sencillos en sus prácticas y creencias
que, confiados, creen cumplir con los preceptos de su
respetable religión (como todas las demás) siguiendo,
incautamente, los renglones torcidos dictados por sus
prepotentes, fanáticos y ambiciosos gurús, encabezados
nominalmente en Ceuta por el preboste Laarbi Maateis, vulgar
personaje en el que su conocida ignorancia corre pareja a su
exacerbada codicia, siendo su amor desmedido por el dinero
ajeno (de sus tiempos de vulgar “cantimpalo” le viene) la
principal de sus señas de identidad.
Más que dar las siete vueltas reglamentarias alrededor de La
Kaaba en La Meca, Maateis husmea y da las vueltas que hagan
falta en torno al Becerro de Oro del dinero... o de las
estilográficas, o de los relojes. Impresentable. ¿Y es éste
personajillo el que se atreve a hablar en nombre del
Islam…?; ¿es éste individuo el representante de los
musulmanes de Ceuta…?; ¿es éste fanático emboscado el líder
de la secta del Tabligh en Ceuta, siempre Ciudad Querida?.
¡Venga ya!. Si su adlátere Abselimo amenaza con “rajar y
sacar los ojos”, Maateis cuando se le lleva la contraria se
lía por ejemplo a patadas con las puertas, rompiéndolas sin
miramientos como recordará José Francisco Torrado,
presidente de la Autoridad Portuaria, cuando hace unos años
le negó a Laarbi Maateis la explanada de La Marina para
organizar su peculiar versión de La Mussala.
Por cierto estimado Pepe, ¿quién pagó al final la destrozada
puerta de tu despacho…?: ¿el violento Laarbi Maateis o el
contribuyente?. Ya me dirás amigo. Pero lo más bochornoso y
lacerante de esa secta en Ceuta, articulada con ribetes
mafiosos, es su actitud aberrante y despótica en el
cementerio musulmán mientras la responsable política de
todos los cementerios municipales, Adela Nieto, ex consejera
de Sanidad y actual vice-presidenta primera de la Asamblea,
parece no enterarse de lo que está cayendo o simplemente
mira para otro lado. ¡Abre los ojos doctora, pues eres
corresponsable en este caso por omisión!. Les adelanto
algunas cosillas sobre la situación en el cementerio
musulmán municipal, feudo del Tabligh y en el que Laarbi
Maateis tiene colocados a unos cuantos familiares, además
del tal Abselimo que logró enchufar, a dedo obviamente, a
cuatro de sus sobrinos además de dar trabajo un tiempo a su
hermano Hamed. ¿Acaso no es esto verdad Abselimo…? ¿Y qué
cuenta la secta tablighi del cementerio sobre las tumbas?.
Porque a los musulmanes “de primera” se les entierra arriba
(gratis si son tablighi) y a los musulmanes “de segunda”
abajo, junto al arroyo. ¿Acaso miento Abselimo…? ¿Y qué tal
si hablamos de las lujosas y excluyente placas de granito…?
¿Son compradas o, presuntamente, robadas? ¿Existen facturas
al respecto, Laarbi Maateis?.
Y en cuanto al conjunto de la comunidad musulmana de Ceuta,
siempre Ciudad Querida, ya saben: para que le contraten en
la gran empresa municipal como enterrador… ¡hay que ser de
la secta del Tabligh!. Un chollo por lo demás, porque de la
aproximadamente decena larga de presuntos currantes… rara
vez hay más de dos o tres presentes. ¿Y el resto…? ¿De
viaje, misioneros en la Da’wa (Predicación), o de vacaciones
en Marruecos…?. ¿Algo que decir, Maateis, Abselimo…? Yo no
miento ni me arredro. Y la mejor defensa es siempre el
ataque. Este capítulo solo acaba de empezar.
¿Lo de “Te vamos a rajar y sacar los ojos”…? Pues verán:
anteayer martes y entre las 20.45 y 21.00 en la calle José
Santos Vilela, de la popular barriada de Hadú, tras aparcar
este escribano del limes su vetusto vehículo a la altura de
la pastelería “La Cibeles” (propiedad por cierto de un
hermano del agresor ajeno a lo acontecido) se lanzó sobre el
mismo una persona en alto grado de excitación, con los ojos
desorbitados y una gran expresión de odio en su rostro,
blandiendo un paraguas y reteniendo a este columnista
mientras, ¡durante diez angustiosos minutos! y tras algún
empujón, no dejaba de gritar una y otra vez: “Eres un hijo
de puta, te vamos a rajar y sacar los ojos, eres un
mentiroso escribiendo así, cobarde, responde, no eres
hombre, escribiendo así de nosotros estás buscando que te
rajen”, mientras en dos ocasiones apretó con la punta
metálica de su paraguas sobre mi carótida, introduciendo en
otro momento el paraguas debajo de la chaqueta como si
estuviera rajándome el estómago. Si de algo sirve la
autodisciplina y las viejas técnicas aprendidas de muy
joven, podrán saber que este escribano, que además llevaba
las manos ocupadas con el ordenador y una bolsa con ropa,
mantuvo el tipo a pie firme, aguantó la mirada, no abrió la
boca y no cedió ni un paso: terreno que se abandona terreno
que se ocupa. Finalmente, un joven taxista musulmán
(¡gracias hermano!) de la inmediata parada, frenó al agresor
y logró apartarle no sin esfuerzo. ¿Quién era éste violento
y peligroso exaltado, que buscaba a todo trance una
refriega…? Abselimo el del “Tabligh”. Toma nota presidente
Juan Vivas, pues Abselimo es empleado tuyo, enterrador más
señas del cementerio musulmán de la Ciudad Autónoma. De todo
ello hay denuncia presentada en la Comisaría Provincial a
las 22 horas 56 minutos del día de autos, nº de atestado
13863/12. ¿La Justicia?. Rápida y diligente, pues cuando el
indignado y asombrado lector lea estas líneas se celebrará
un juicio rápido fechado para hoy mismo, 8 de noviembre, a
las 12.30 horas de la mañana. Mi respeto y mi máxima
confianza para la Justicia. En cuanto al tal Abselimo…,
advertir de forma serena pero contundente que, si en otro
momento me vuelve a agredir de palabra y obra de tal forma
que me vea obligado a protegerme en legítima defensa…, ¡te
juro por Allah/Dios, Abselimo “El tablighi”, que te meto el
paraguas por el culo!. Hasta la empuñadura. Y dale a tus
habituales “risitas”. Visto. Y para sentencia.
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