La Comisión Ejecutiva Confederal
Sindical de Comisiones Obreras ha introducido modificaciones
sustanciales en algunos de los artículos del Convenio
Colectivo que regula las relaciones laborales entra esta
organización y sus trabajadores, respondiendo con ello a la
más que probable evolución negativa de la economía española
en los próximos años y su repercusión sobre las
retribuciones de sus asalariados. Dichas modificaciones
fueron publicadas en el Boletín Oficial del Estado de fecha
viernes día 5 de octubre de 2012.
El documento en cuestión asegura los incrementos salariales
que percibirán los trabadores amparados por dicho convenio
en función de las condiciones que experimente la actividad
económica española en los próximos años así como, el número
de pagas extraordinarias anuales (3 pagas extraordinarias).
No pretendo criticar los beneficios alcanzados por estos
asalariados, pero sí poner de manifiesto las diferencias con
aquellos otros trabajadores que han sufrido serios recortes
en sus retribuciones mensuales así como, la eliminación de
algunas de sus pagas extraordinarias, emolumentos que
corregían a través de la negociación colectiva las pérdidas
retributivas sufridas en los últimos veinte años.
Aunque eso sí, esta beneficiosa modificación tan solo podrá
ser disfrutada por aquellos empleados que no se encuentren
inmersos en los expedientes de regulación de empleo (ERE)
presentados por esta central sindical como consecuencia
directa de la disminución de sus ingresos, vía subvenciones
públicas recogidas en los Presupuestos Generales del Estado
2013 así como, en los presupuestos de otras administraciones
públicas. Una financiación que en años anteriores, con
gobiernos progresistas, provenían esencialmente de los
siguientes conceptos: representatividad (15.798.500€),
compensación económica por la participación sindical en
órganos consultivos centrales y territoriales (4.800.790€) y
formación de trabajadores (83.083.110€).
Debo recordar a quien se le haya olvidado, que el expediente
de regulación de empleo mencionado junto a los ajustes de
jornadas, congelaciones salariales, exigencias de movilidad
y bajas incentivadas son procedimientos contemplados en una
reforma laboral elaborada y aprobada por el Gobierno de
España. Una reforma duramente criticada por esta central
sindical aunque, aplicada a sus trabajadores sin reparo
alguno. Una medida que no debemos olvidar ha supuesto el
principal argumento esgrimido por los dirigentes
comisionistas tanto para justificar la Huelga General
desarrollada el pasado 29 de marzo como, la anunciada para
el próximo 14 de noviembre.
Hace algunos años, con un Gobierno socialista, Ignacio
Fernández Toxo, secretario general de CCOO, afirmó que una
Huelga General no era el camino para superar las
dificultades económicas. ¿Que ha cambiado en estos años?
Quizás la respuesta no debemos buscarla ni en la reforma
laboral utilizada por estos mismos representantes
sindicales, ni en las subidas impositivas, ni en los ajustes
presupuestarios para el próximo ejercicio. Quizás la
respuesta debamos buscarla en el color de la formación
política elegida mayoritariamente por los españoles para
dirigir el país o en las disminuciones ejecutadas en las
subvenciones a las centrales sindicales. En definitiva, me
surge una pregunta ¿cómo criticar una reforma laboral que
aplican contundentemente a sus propios trabajadores?
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