Es lo que me decía ayer Mustafa,
uno de los que más cerca están de las altas esferas del Goyu
Ryu, sobre Mohamed Amar, dueño, presidente y, a veces,
entrenador del equipo.
Mustafa, con quien desde hace años tengo una buena relación,
detuvo su coche al pasar junto a mí y me dijo:”Ahora va a
ganar más dinero Mohamed”. Así parece, por extraño que lo
veamos, con lo que, a partir de ahora, se abre una nueva vía
para cuando uno no esté de acuerdo con un arbitraje, se arme
“la de Dios es Cristo” y poder sacar, con el alboroto, parte
de lo que te han rebajado en la subvención.
A partir de ahora y ahí para algo está el Colegio de
Árbitros, el Goyu Ryu en casa va a tener las puertas
abiertas para ganar por las buenas o por las malas, salvo
que el conjunto arbitral se dé cuenta de hasta donde se está
llegando y se negara a pitar a este equipo.
Mala cosa sería ésta, porque los gastos de los arbitrajes
iban a aumentar, si tenía que venir un trío arbitral de
fuera, pero llegados a situaciones como la del jueves y
yendo las cosas como están yendo, todo tiene cabida aquí.
Lo del dinero no lo es todo, eso es cierto, pero en el caso
que estamos abordando sí que es parte, porque de no haber
sido por esas subvenciones tan desmesuradas para un equipo
de juveniles, su dueño, su presidente y lo que sea, ahora
estaría de otra forma, no habría tenido esos veinte años de
dedicación, más que nada, al fútbol.
Es cierto que eso ha sucedido con otros, pero no de la forma
que se ha visto en este caso, desde que apareció en el mundo
del fútbol juvenil, a comienzos de los años 90.
A partir de aquí todo pueden ser ganancias, por
subvenciones, por no tener que gastar nada en viajes y por
“recaudación” de los alborotos de algún arbitraje.
Y mientras tanto, los árbitros siguen siendo los parientes
pobres de la familia millonaria del fútbol. Y lo más extraño
de todo esto es que cuando en primera división los
colegiados se están ensañando con los entrenadores, ya van 8
o 9 expulsados, aquí en un equipo de tres al cuarto, en
juveniles, tras los problemas con el árbitro, vaya a ser el
árbitro el que se lleva la peor parte, posiblemente porque
por no tener no tuvo ni su propio abogado que saliera en su
defensa en el juicio.
¿Dónde estaba el abogado de los árbitros cuando se ha
celebrado ese juicio rápido?. ¿La Federación y el Colegio de
Árbitros, también aquí, van a dejar a los colegiados solos?.
Esto no lo acabo de entender, pero lo que entiendo menos es
que de este lío el que salga ganando dinero es Mohamed Amar,
eso es lo que me decía, en muy buen tono, y sabiendo por
donde iba, mi conocido Mustafa.
Hemos dicho muchas veces que la competición de los
juveniles, incluso siendo categorías nacionales, no eran
algo serio. Hemos visto, en multitud de ocasiones, como se
han camuflado resultados por actuaciones lamentables de los
árbitros, aquí y en otras partes pasará igual, pero lo más
lamentable es que cuando te han favorecido, que al Goyu Ryu
han sido docenas de veces, todo se haya dado por bueno,
mientras en una acción discutible o menos que discutible,
como la del jueves se monte el “dos de mayo” y además eso
ayude para que Mohamed Amar salga ganando dinero, ni lo
entiendo, ni lo voy a justificar jamás.
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