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Lo publicado por este medio es lo
suficientemente grave como para que la Administración de
Justicia dé una explicación a los ciudadanos acerca de cómo
se han llevado a cabo los trámites para que la “primera
fase” de salida de vehículos de expedientes judiciales se
hayan hecho con una empresa que no dispone ni siquiera de un
Centro Autorizado para el Tratamiento de Vehículos. En Ceuta
sí que existen unas instalaciones de estas características,
en cumplimiento con las normativas española y europea. La
gestión desde hace ocho años la realiza la empresa Ibermad
S.L. A diario se tratan vehículos procedentes de la Ciudad y
no ha pasado nada. Ni un problema. Entonces, ¿qué ocurre? ¿A
qué viene que se tenga que subcontratar también a una
empresa de desguaces para que ‘The Green Lead’ consiga
llevar los vehículos a una planta de Conil de la Frontera?
Las leyes están para cumplirlas y el depósito de Benzú se
encuentra a cien metros de la planta de descontaminación.
Antes de que se adjudicara a esta empresa creada en marzo de
2011 (para poder realizar la gestión de un CAT son
necesarios, al menos, “tres años”), Ibermad ofreció sus
servicios porque lo consideraba prudente. Y era lo prudente
y lo legal. Si Justicia decidió el traslado de coches
machacados en el propio depósito para que fueran
descontaminados era, al parecer, porque Ibermad “tan sólo”
trabajaba con “cuatro o cinco coches al día”. Dicho por el
delegado de la Gerencia Territorial del Ministerio de
Justicia. Una excusa barata que se rebate con cifras:
incluso en un día se han llegado a descontaminar 68
vehículos. Los 240 no hubieran sido problema. Pero no ha
sido sólo la gestora de la planta de descontaminación, que
ya ha pedido a las instituciones que tomen medidas, la que
se ha visto afectada por esta extraña adjudicación. Hace dos
semanas, este medio publicaba la denuncia de la empresa
ceutí ‘Desguaces Rivero’, empresario que tiene la guarda y
custodia de los vehículos de Justicia y a quien no se le ha
“eximido” de su responsabilidad. Aquí algo huele raro y no
es el aceite de los coches.
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OPINIÓN / EDITORIAL
