Estuve el pasado fin de semana en
el Congreso de Periodismo de la UNED, la edición VIII
ANTONIO LOPEZ SANCHEZ PRADO, donde en un salón frío y
desangelado solo estabamos algunos intrépidos y los jovenes
de la Universidad de Málaga, en la rama de Periodismo,
destacar los grandes saludos efusivos con el director de la
UNED, Fernando Jover, que a la tercera reaccionó al ver mis
aspamientos a medio metro del ascensor y la entrada triunfal
de Jesús Fortes, al mas puro estilo alcaldable de sus
mejores tiempos, como Comisario de la Fundación Crisol de
Culturas, lo tengo en el facebook y ni se enteró...
Me encantaron todas las ponencias de Carlos Fresneda,
corresponsal del Mundo en Londres, de Joaquin Guirval
director de la SER, y del catedrático de AudioVisual de la
Universidad de Málaga javier Aguilera.
La ponencia de Juanjo Coronado, me encantó, tanto que casi
pensé que estábamos juntos tomando un cafè en casa o una
cerveza en algun bar tapeando, en sus comentarios sobre las
leyendas urbanas, me recreé, donde la vox populi caballati,
es un reguero de pólvora que se diluye como un azucarillo,
en el mejor momento del dia...
El supuesto secuestro de un niño en el Colegio Juan Morejón,
me dió para pensar en aquellas noticias enrevesadas que
sufre Ceuta , por la calle Real cuesta abajo, como aquella
que murió Chiqui del Bar Real Madrid, que había muerto
Rafael Vargas, o Rafael el Holandés... donde yo me veía como
hilo interlocutor que tenía que CONTRASTAR, las noticias,
cosa que se ocuparon los ponentes de la mesa, compañeros de
otros medios en aconsejar a los jóvenes que cursan estudios
de periodismo.
Susto morrocotudo... el que me llevé al expandirse un amago
de histeria entre los jóvenes, cuando expuse mis
experiencias como columnista en un medio, cuando tienes que
darle a tu firma, una personalidad , un sello, un estilo que
a veces, puede chocar con la editorial del medio.
La bomba del Hotel Ulises en su 30 aniversario, hizo que los
niños se cagaran de miedo... por esa regla de tres, no
podemos ir a Euskadi, por los pepinazos que soltaron los
propios vecinos abertzales, nunca iriamos de turismo por
Saigón, ni a Chicago por los Alcapone años 20...
Menos mal que Juanjo Coronado, tan torero el, me hizo salir
del apuro, diciendo que al dia siguiente se inventó la
rueda.
De las leyendas urbanas, se recrearon las masturbaciones que
degeneraban en locura y ceguera, y que de los filamentos de
un plátano, se podían hacer porros, por donde empezamos y
por donde terminamos.
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