No creo que haya habido, ni que
vaya a haber en el futuro, un equipo que deba más favores a
los árbitros de Ceuta que lo que les debe el Goyu Ryu, a lo
largo de su ya prolongada historia.
Y es que esa veintena de años que se ha mantenido en la
División de Honor, en un 70%, al menos, se mantuvo por los
“empujones” que, jornada tras jornada, iba recibiendo del
colegiado de turno.
Es más, a nadie puede extrañarle que ciertos árbitros, de
los mejores, de Ceuta no le hayan pitado casi nunca al Goyu
Ryu, porque buen cuidado tenían de hacer la multiplicación
de los panes y los peces para que “los que no tenían
colores” no le pitaran y cada vez que uno de esos dirigía un
partido a este club ya teníamos el lío en casa.
Naturalmente, ese mantenimiento, durante veinte años o más,
en la División de Honor, llevaba aparejada una subvención
que ha hecho de su dueño, presidente y, si cabe, entrenador,
haber sido considerado, y con razón, el funcionario mejor
pagado de Ceuta.
Y si el Goyu Ryu no sigue en la División de Honor se debe a
que Mehdi “habló”, en el verano de 2011, poniendo tan clara
la situación que en la temporada 2011-2012 los árbitros
dejaran de ser “el jugador número 12”, el 13, o el que
hiciera falta, con lo que sin esas ayudas el Goyu Ryu perdió
la categoría.
El descenso de categoría y la crisis ha llevado aparejada la
disminución de la subvención, con gran dolor de Mohamed Alí,
y con más dolor, por supuesto, del propio dueño del club.
Este año la subvención es más corta, pero con todo, al final
de temporada algo y no cualquier cosa le quedará al propio
dueño del club, de eso no le queda duda a nadie.
El lío del día de Todos los Santos, hace un par de días, no
tiene la menor justificación y menos con un árbitro, Juan
Pablo Ramos, que se podrá equivocar en cualquier partido,
pero que tiene más que demostrado que no tiene colores.
Las acciones del presidente del Gimnasio Ceuta Goyu Ryu no
tienen justificación alguna y creo que estas acciones deben
ser el punto de arranque para, de ahora en adelante, poner
en su verdadero sitio a Mohamed Amar.
Y lo más curioso es que el presidente, dueño o lo que sea
del Goyu Ryu, Mohamed Amar, también haya puesto una denuncia
en la Comisaría, asegurando que había sido agredido por los
colegiados.
Aquí, Mohamed Amar parece querer presentar el contrapunto de
la noticia, pues con el Goyu Ryu el que haya alboroto contra
el árbitro, desde hace mucho tiempo dejó de ser noticia,
puesto que lo ha habido muchas veces, con lo que desde este
club ahora quieren que salte la noticia en el sentido
contrario:”los árbitros agreden al Goyu Ryu”.
Nadie en Ceuta cree en el Goyu Ryu, porque contados son los
jugadores de Ceuta que forman parte de este equipo,
subvencionado con dinero público, y que cada año más está
tirando “de la cantera ambulante” de Sevilla, Málaga, Jerez,
Cádiz o de donde sea.
Lo del jueves ha sido una más del Goyu Ryu, un equipo que
nada ha hecho por el buen nombre de Ceuta y si no, habría
que preguntar a algún jugador famoso de Andalucía, que en su
día, en juveniles, se enfrentara al Goyu Ryu y así podremos
ver la fama que tiene el club de Mohamed Amar, por ejemplo
que alguien pregunte un día a Joaquín, el actual jugador del
Málaga que de juvenil alguna vez vino con el equipo del
Betis, pongamos por caso.
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