Los turistas marroquíes que ayer pasaron la frontera se
encontraron la ‘Ciudad de Compras’ cerrada por un festivo
que se celebró a medio gas después de que el viernes se
viviera un día comercial flojo, pueso que fueron muchos los
ciudadanos musulmanes que se cogieron libre el día. Ayer,
sólo unos pocos comercios optaron por abrir sus puertas.
Centenares de turistas marroquíes que llegaron ayer a Ceuta
se encontraron una ciudad cerrada a cal y canto por un
festivo a medio gas que ya se celebró el viernes para los
musulmanes. Después de la Pascua del Sacrificio es habitual
que muchos ciudadanos del sur de Marruecos crucen la
frontera para realizar compras, y desde las asociaciones de
empresarios son conscientes de ello. Por eso, el pasado
viernes animaban a los comerciantes a abrir sus negocios y a
aprovechar la llegada de potenciales clientes de alto nivel
adquisitivo. Sin embargo, el mensaje no caló hondo. Sólo
unos pocos comercios optaron ayer por abrir sus puertas y la
mayoría se trató de pequeñas tiendas familiares.
Desde la frontera se pudo observar la continua llegada de
vehículos con matrícula de Marruecos. Mientras, en las
calles del centro, los turistas preguntaban a los ciudadanos
por qué no estaban las tiendas abiertas. Ayer era festivo.
Sin embargo, el viernes también se vivió un día de comercio
flojo ya que la mayoría de los musulmanes ceutíes optaron
por tomar como festivo un día laboral.
A mediodía la principal arteria comercial de la ciudad, el
Paseo del Revellín, se encontraba repleto de ciudadanos que
aprovecharon la tregua del buen tiempo para salir a la
calle. Mientras los turistas recorrían también la Calle Real
en busca de comercios abiertos. Sin embargo, la mayoría se
tuvo que conformar con mirar escaparates. Para las
organizaciones empresariales el día de ayer suponía una
oportunidad comercial que, sin embargo, no se aprovechó.
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