Nada más finalizar el primer partido de la temporada, Álvaro
Pérez mostró su total confianza por un equipo que, aunque
apenas había contado con una semana de pretemporada, debutó
con una victoria. Solo pidió paciencia. Consciente de que la
falta de partidos de preparación podrían lastrar al equipo
durante las primeras jornadas, el técnico canario le dio un
pequeño margen a sus jugadores para crecer como bloque.
Así, semana tras semana y partido tras partido, el Ceuta ha
ido creciendo, tando individual como colectivamente, y ha
conseguido afrontar la décima jornada del campeonato como
líder en solitario del grupo. Ni la falta de pretemporada,
ni las muchas adversidades con la que se ha encontrado en
estas primeras jornadas, ni siquiera las lesiones han
conseguido frenar a un equipo que está demostrando que con
trabajo, sacrificio y corazón se puede conseguir casi
cualquier objetivo.
Mañana, ese mismo equipo afrontará su mayor prueba de fuego.
El momento en el que podría pasar de ser un rival más del
grupo con opciones a uno de los máximos aspirantes a luchar
por las primeras plazas al final del campeonato. Y es que el
Ceuta visita al segundo clasificado, todo un Algeciras con
números de ascenso, con seis importantes bajas y con la
obligación de tener que alinear a varios jugadores que
sufren fuertes molestias. Unos difíciles contratiempos que
el Ceuta quiere superar a lo grande: venciendo al Algeciras
y consiguiendo su primer triunfo a domicilio.
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