El sindicato de funcionarios CSI-F acordó en la jornada de
ayer no secundar la huelga general convocada por UGT y CCOO
para el 14 de noviembre. CSI-F da tres razones para no
sumarse a la huelga contra los recortes del Gobierno y la
reforma laboral: porque considera que tiene “un componente
político”, por “responsabilidad ante la situación económica
y social del país ante un eventual rescate” y porque
entiende que “la acción sindical empieza a dar resultado”.
El presidente de la Central Sindical Independiente y de
Funcionarios (CSI-F) en Ceuta, Ricardo Martínez envió ayer
una nota de prensa en la que se resalta que la central
sindical acordó ayer no secundar la convocatoria de huelga
general del próximo 14 de noviembre por tres razones que
tienen que ver con la responsabilidad ante la situación
económica y social del país ante un eventual rescate; por
considerar que la acción sindical empieza a dar resultado y,
en tercer lugar, por considerar que tiene un componente
político.
Tal y como informaba, dicha decisión se ha tomado tras
escuchar a sus órganos ejecutivos a nivel autonómico y
provincial, reunidos entre el jueves y ayer viernes en la
Comisión Nacional, así como el sentir mayoritario de sus
afiliados.
“Ha sido una decisión difícil y meditada, que se ha adoptado
con independencia, transparencia y de manera democrática”,
aseguraba el sindicalista.
Por responsabilidad
CSI-F considera que la huelga general y la huelga en el
sector público “no es conveniente”, en estos momentos, dado
que cuando se está dilucidando o un posible rescate a
España. “Vivimos uno de los momentos más críticos de nuestra
historia reciente y de aquí a final de año nos jugamos el
futuro de nuestro país y la huelga solo serviría para
agravar la situación, convirtiendo en inútiles los
sacrificios que los empleados públicos y todos los
trabadores llevan realizando desde 2010”.
Las presiones dan resultado
CSI-F, en su comunicado de prensa ha agradecido a los
empleados públicos su apoyo, implicación y el sacrificio
realizado durante los últimos meses con movilizaciones,
medidas de presión y manifestándose todos los días en sus
centros de trabajo.
A su juicio, la lucha diaria de los trabajadores ha hecho
mover ficha a la Administración. Precisamente, ayer mismo el
Consejo de Ministros daba luz verde a la Comisión para
reformar las AA.PP. y eliminar duplicidades y el jueves se
comprometió por escrito, con CSI-F, CCOO, UGT, CIGA y USO, a
abrir las mesas de negociación de las condiciones laborales
que llevaban meses bloqueadas, con una política marcada por
la inacción, la imposición, recortes y hechos consumados.
“Hablamos de desarrollar la carrera profesional, evaluar la
productividad, impulsar un Plan de Ordenación de Recursos
Humanos y por supuesto, un Pacto de Estado para que las
condiciones de trabajo y los servicios públicos no estén al
albur de los diferentes Gobiernos”, destaca.
Con componentes políticos
CSI-F considera que la huelga tiene un componente político y
CSI-F es una organización de carácter profesional e
independiente. La huelga se vincula a un referéndum.
CSI-F no está para poner ni para quitar Gobiernos, ni está
para compartir pancarta o cabecera con líderes políticos de
ningún partido, que los que nos han llevado a esta
situación, ni con reivindicaciones que no sean estrictamente
laborales. Este referéndum se pide coincidiendo con las
elecciones catalanas y además, la propia huelga se realiza
en plena campaña electoral. Una campaña electoral de
especial relevancia para toda España y para su futuro. Esto
es un hecho inédito. CSIF no va a romper su compromiso
tácito de no hacer huelga en estos periodos.
Además, la nota de prensa de CSI-F resalta que la
convocatoria se ha producido en el seno de la CES, por parte
de UGT y CCOO, y en el marco de una jornada de protesta
europea, con países que tienen una realidad socioeconómica,
a día de hoy, diferente a la española.
“CSI-F, no es un instrumento de oposición política a ningún
Gobierno, ni usaremos nuestra legitimidad sindical para
ningún fin ajeno”, apostilla. El sindicato va a seguir
defendiendo los intereses de los trabajadores con las
medidas de presión que considere más oportunas; va a seguir
en la calle, manifestándose y elevando la voz contra las
decisiones que considere injustas; va a seguir muy de cerca
el trámite de los Presupuestos Generales del Estado; va a
mirar con lupa la aplicación de la reforma Laboral; y va a
estar muy atentos a las decisiones a nivel económico, entre
otras cosas, porque piensa que los empleados públicos ya han
pagado el peaje encubierto de un eventual rescate.
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