PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura
Melilla

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - VIERNES, 26 DE OCTUBRE DE 2012

 
OPINIÓN / CARTAS AL DIRECTOR

Evitar el sonrojo

Por Ramiro T.


La noticia destapada por este periódico en el día de ayer en relación con la facturación de la empresa Viajes Trujillo S.L. ha levantado ampollas en los responsables económicos de la Ciudad. Lo que ocurre es que no estamos para tirar ‘cohetes económicos’, así que no parece lógico que Guillermo Martínez Arcas y sus colaboradores se preocupen tanto de buscar quién ha podido filtrar la información de esas partidas económicas que el administrador de Viajes Trujillo, presidente de la Federación de Fútbol de Ceuta y senador suplente del Partido Popular viene percibiendo, en vez de preocuparse de erradicar de una vez por todas el fraccionamiento del objeto de los contratos suscritos con la mencionada agencia como práctica habitual.

Hay que evitar los favoritismos, el trato preferente, un presunto tráfico de influencias de índole político y, sobre todo, el estigma de que algo huele mal porque va al mismo destinatario. ¿No sería más equitativo que se diera participación a tantas agencias de viajes como hay en Ceuta para que accedieran al “pastel” económico que en época de crisis paliaría sus cuentas de resultados?

¿No se ha dado cuenta nadie de la Ciudad que dirigir los desembolsos hacia el mismo empresario despierta sospechas y es inevitable pensar mal? ¿Cómo se explica que la suerte siempre caiga del mismo lado y los competidores del mercado de viajes queden al margen de cualquier posibilidad? Son muchos años y es mucho dinero el que se ha estado facturando como para que alguien ahora se ocupe y preocupe de dónde ha salido la filtración. ¿No sería más lógico evitar el sonrojo de tanto manejo y actuar con más rigor?

Ya saben que, la mujer del César no solo había de ser honrada sino también parecerlo. Y aquí sucede otro tanto: menos investigación y más rigor. Demasiados subterfugios para tratar de justificar lo que parece injustificable. Más transparencia y menos fraccionamientos de pago. Porque esto puede ser solo la punta del iceberg. Y ya sabemos como se hundió en Titanic.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto