Nunca la cercanía al poder político había sido tan rentable
en poco tiempo. Antonio García Gaona parece que ha hecho un
curso acelerado de cómo exprimir las arcas municipales
poniendo cara de despistado y dejándose llevar por un
Presidente de la Ciudad que se lo da todo. Ya sea tratándose
de la Federación de Fútbol si se requiere alguna subvención
o en forma de empresa, a través de esa especie de
“franquicia” a la que va a parar todo viaje que se sufrage
con dinero de las arcas municipales.
Políticos de todo tipo de pelaje y personajes varios, son la
mejor y más selecta clientela del administrador de esta
boyante agencia de viajes en epoca de crisis, porque nunca
jamás, una suplencia de candidatura al Senado, como la suya,
había dado tantos beneficios como sucede en este caso. La
política y los beneficios que se derivan de ella, tienen un
ejemplo muy claro en el polifacético hombre del Presidente,
Antonio García Gaona recibe dinero público por todos lados:
subvenciones para la Federación de Fútbol que preside,
permisividad total para que se anule su incompatibilidad
para hacer negocios ostentando el cargo que tiene, dineros a
tutiplén en viajes oficiales de todos los políticos que él
gestiona, organiza y cobra.
Una suculenta y fácil forma de recaudar lo que haga falta
con la anuencia de quienes tienen que dar el visto bueno a
todo este tipo de de beneficios.
Nuestros políticos viajeros siempre van a caer en manos de
la misma agencia: Viajes Trujillo. Hay carta blanca para
contratar una y otra vez, eso sí, sin sacar a concurso y a
base de presuntos fraccionamientos de pago.
Esos pardillos reponsables de agencias de viaje de la ciudad
de Ceuta, silenciando su desventura por miedo a represalias,
son buenos conocedores que estas prácticas de favoritismo y
presunto tráfico de influencias son una verdadera bomba que
puede explotar en cualquier momento. Hubo un Consejero que
fue cesado por fraccionar los pagos a proveedores y cuando
se lo “afeó” el Presidente bien que le dijo a éste: “Hombre,
si es lo que se hace en todas las Consejerías, como voy a
ser yo quien pague el pato”. Algo que se le recomendó que
silenciara porque no podía llegar a según qué oídos.
¿Para qué atenerse a la legalidad si ancha es Castilla? De
ahí que también se haya institucionalizado en la calle que
hay “empresas amigas”, aquéllas que, incluso, son capaces de
colocar a personas recomendadas, cuando resulta imposible
hacerlo a nivel público.
En todo este maremagnum, Viajes Trujillo es una empresa
beneficiada, que parte con ventaja sobre muchas otras y que
rentabiliza sus amistades y los vínculos políticos de su
administrador que, incluso fue nominado, en otro momento
para liderar la Consejería de Turismo, pero había de
abandonar su empresa y retirarse del accionariado. Debió
pensar Antonio García Gaona que mejor mantenerse así y a las
pruebas nos remitimos que no se equivocó en la elección.
Acertó de plano y sus beneficios viene obteniendo.
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