En mis últimas colaboraciones he
compartido con ustedes algunas reflexiones respecto a la
estrategia de oposición utilizada por quien fuera desalojado
democráticamente del Gobierno de España, el Partido
Socialista Obrero Español de José Luis Rodríguez Zapatero y
Alfredo Pérez Rubalcaba. Una formación política que recogió
el testigo del Ejecutivo popular anterior en las mejores
condiciones económicas y de empleo posibles y lo abandonó
por decisión ciudadana con las peores cifras de todos los
estados miembros de la Unión Europea.
Desde el minuto uno de la nueva Legislatura el progresismo
español instado por los dirigentes socialistas han
pretendido infructuosamente ganar en la calle lo que
perdieron legítimamente en las urnas amparándose en un
supuesto “fraude electoral” protagonizado por la formación
liderada por Mariano Rajoy cuando la realidad es
sobradamente conocida, el Ejecutivo popular se ha visto
abocado ha responder desde la responsabilidad a la situación
heredada con medidas de austeridad de gran calado social.
Debemos recordar que el Ejecutivo socialista informó que el
déficit público para el ejercicio 2011 se situaría en el
6,6% del PIB mientras Eurostat lo ha situado finalmente en
el 9,4%.
Expertos economistas han calculado que las promesas
electoralistas del ex Presidente socialista costaron a este
país medio billón de euros que han dejado hipotecadas a
cuatro generaciones de españoles. Atrás quedaron promesas
como las ayudas a la compra de automóviles, a la adquisición
de vivienda, al alquiler de los jóvenes, al cheque-bebé, la
Ley de Dependencia, las ayudas al cine y la cultura que
hacían las delicias de los intelectuales de la zeja y un
Plan E que creo temporalmente empleo precario dejando las
cuentas del Estado temblando con otro agujero de 50 mil
millones de euros.
Las decisiones adoptadas por el Ejecutivo del Partido
Popular pueden ser criticadas por trabajadores, empresarios,
pensionistas, desempleados e incluso políticos, pero jamás
por quienes han sido los máximos responsables de la actual
crisis socio económica, el partido socialista y por
supuesto, por quienes han mantenido el mayor de los
silencios en todos estos meses, las centrales sindicales
mayoritarias, mientras el máximo responsable de los
socialistas españoles en los últimos ocho años, José Luis
Rodríguez Zapatero, ha reconocido públicamente la
responsabilidad del Ejecutivo anterior en la crítica
situación que atraviesa el país.
Los resultados electorales cosechados por el Partido Popular
en los comicios celebrados el pasado domingo junto a los
cosechados por el Partido Socialista, suponen en la práctica
un respaldo de la ciudadanía a la gestión desarrollada por
esta formación política tanto desde el Gobierno de España
como desde los autonómicos y un castigo contundente a la
labor de oposición desarrollada en los últimos meses por la
formación liderada por Alfredo Pérez Rubalcaba. De esta
forma se confirman los pronósticos de quienes pensamos que
los ciudadanos respaldamos a quienes saben ver los problemas
y ponen soluciones realistas a los mismos. Los resultados
del pasado domingo consagran a Alberto Núñez Feijo como el
único dirigente político al que las urnas no le pasan
factura como consecuencia de la profunda crisis que
atraviesa la sociedad española.
|