|
Regreso de mi caminata y, tras
asearme, me pongo a leer periódicos. Me producen escalofríos
los resultados electorales del País Vasco y me causa
bochorno que la victoria de Alberto Núñez Feijóo sea
considerada como el triunfo de la mayoría silenciosa
española. Porque ello significa asegurar que la gente a la
que se está azotando con el látigo de la crueldad económica
ha decidido no sólo dar las gracias al PP sino también
aseverar que Mariano Rajoy está en el buen camino.
Masoquismo puro.
Los ditirambos al presidente gallego son muchos y muy
merecidos. Parece ser que es un político de fuste que ha
sido tan listo como para evitar que MR se hiciera notar en
la campaña electoral y hasta dicen que a veces parecía
olvidarse de lanzar consignas populares. No me extraña que
Núñez Feijóo sea un firme candidato a ser presidente del
Gobierno de España.
Cuando habla María Dolores de Cospedal hay que
esperar lo peor. Vamos, que su mensaje produzca el efecto
contrario al que aspira. Loando a Antonio Basagoiti,
tras la espectacular derrota de éste en las elecciones
vascas, sólo consiguió que hasta los propios la pusieran a
parir. Le toca redimirse, una vez más, saliendo en procesión
y con mantilla. Que le cae como un tiro. Así que le vale
como penitencia…
Lo de Galicia le ha venido a Rajoy que ni pintiparado. De
modo que ya pronto lo veremos haciendo el paseíllo (a
propósito, hace ya mucho tiempo que me dio a mí por escribir
de lo mal que anda este hombre. Y hasta le recomendé que
viera imágenes de Manolete para enmendar unos andares
que son cachondeables) y fumándose un Cohiba de aquí te
espero.
Andar bien, en cuanto a resultados, lo hace el Ceuta. Que ha
vuelto a ganar en el Martínez Pirri. Un campo inadecuado
para entrenarse, cuando se lo permite la FFC, y mucho menos
para competir. Muchos aficionados, que se niegan a ir al
campo citado, esperan impacientes que se abran las puertas
del Murube. A ver si García Gaona, imbuido de ese gran
espíritu deportivo que le atribuye el alcalde, es capaz ya
de olvidarse de sus rencores. De lo contrario, el
resentimiento le hará envejecer muy pronto.
Carracao insiste en proponer en el pleno de hoy –ayer
para ustedes-, cuando escribo todavía no ha empezado,
mediante una moción de urgencia, que cuatro diputados donen
su dieta mensual, con el fin de que esos dineros vayan a un
fondo de emergencia para estudiantes de Primera Infantil sin
medios. Carracao hace muy bien en mostrarse generoso. Aun
sabiendo que el alcalde se negará rotundamente a perder un
duro de su soldada. Lo ha hecho siempre. Pregunten en la
UNED. Y Guillermo Martínez, que lo sabe, lo tiene
fácil: “Vivas ya ha dicho que los políticos tienen
que estar muy bien pagados”. Y además tacha de demagogo al
secretario general de los socialistas.
En los medios deportivos de tirada nacional, madrileños,
concretamente, siguen adulando a Iker Casillas hasta
la náusea. Desvergüenza de los plumíferos festejadores de la
mentira. Antes de que Park, jugador del Celta,
rematara de cabeza a bocajarro, el mito había ‘cantado’ más
y mejor que José Mercé. Tres veces. Con la
televisión, de por medio, hoy no cuelan las trolas por
motivos comerciales ni por los intercambios de favores.
Ah, se me olvidaba: Rubalcaba debe estar abatido.
Desolado. Y es que lo que no puede ser no puede ser y además
es imposible.
|
OPINIÓN / EL OASIS
