La investigación que destapó una red de tráfico de hachís a
pequeña escala en el Morro todavía sigue abierta a la espera
de que se capture al último sospechoso, que logró huir a
Marruecos antes de ser detenido. Mientras, los nueve
arrestados el pasado viernes pasaron ayer a disposición
judicial y, tras declarar ante la jueza, cuatro han
ingresado en prisión preventiva, entre ellos está un padre y
sus dos hijos.
El último sospechoso de la operación que destapó una red de
tráfico de hachís el pasado viernes en el Morro huyó antes
de ser capturado y se encuentra en Marruecos, según fuentes
próximas a la investigación. La Policía Nacional ya está
detrás de la pista de este hombre, de nacionalidad española
y residente en Ceuta. Mientras, los nueve detenidos en el
dispositivo que se desplegó el pasado viernes en la zona del
Morro pasaron ayer a disposición judicial y cuatro se
encuentran en prisión preventiva.
La titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción
número seis de Ceuta, que instruye el caso, interrogó ayer a
siete de los nueve detenidos, considerados cabecillas de la
organización y decretó el ingreso en Los Rosales de cuatro
de ellos. Se trata de un padre y sus dos hijos, además del
amigo de uno de ellos. En libertad con cargos y sin fianza
quedaron los suegros y la novia de uno de los jóvenes que
fue capturado junto a su padre.
Un condenado
Los otros dos detenidos, a diferencia de los sospechosos de
ser los cabecillas de la red, pasaron por el Juzgado de
Primera Instancia e Instrucción número cuatro, que ayer se
encontraba de guardia. A ambos, un hombre y una mujer, se
les acusaba de un delito de tráfico de drogas. El individuo
fue pillado ‘in fraganti’ cuando ingería una bellota de
hachís en el momento en el que los agentes entraron en la
vivienda del Morro y por ello se conformó con los cargos que
le imputaban. Así, el detenido fue condenado a un año y
cuatro meses de prisión, así como a pagar una multa de 1.200
euros. No obstante, quedó en libertad, dado que no contaba
con antecedentes penales. El hombre reconoció que le pagaban
por ingerir la droga y trasladarla a la península. Mientras,
la mujer detenida fue puesta en libertad ante la falta de
pruebas, ya que ella alegaba que sólo estaba acompañando al
‘culero’. La investigación sigue abierta a la espera de
capturar al último sospechoso.
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