En un abrir y cerrar de ojos, los
españoles hemos descendido de categoría en cuanto concierne
a un bienestar que nos habíamos ganado con grandes
merecimientos. El descenso de categoría lo ha sufrido, lo
viene sufriendo y lo que te rondaré, morena, la clase media.
La clase media, que ha sido siempre el colchón muelle
existente entre ricos y pobres, con el fin de que ninguna de
las partes se excediera en sus afanes, está siendo
destruida, sin solución de continuidad.
Cada día vemos más como familias que estaban habituadas a
vivir con cierta comodidad, padecen ahora el calvario de las
privaciones. Y en sus casas se oyen los lamentos de la
pobreza y de la indignación causada por una situación que
ellas no generaron.
Vuelve a ponerse de moda lo que Voltaire consideraba
beneficioso: la jerarquía de las clases sociales; lo cual
significa que hay que abstenerse de desarrollar la enseñanza
de las clases populares: “Me parece esencial que existan
mendigos ignorantes… No es al peón a quien hay que instruir,
sino al buen burgués, al habitante de las ciudades. Cuando
el populacho se mete a razonar, todo está perdido” (1 de
abril de 1766). Las ideas de Voltaire proceden de una visión
censitaria de la sociedad.
Es la visión que tiene el Partido Popular en estos momentos
de crisis en las que estamos sometidos a las directrices de
Alemania. Que está metida de hoz y coz en una guerra sin
tiros pero mortal de necesidad por carecer de posibilidades
de subsistir los más necesitados.
Me refiero al PP porque es el partido que está gobernando en
momentos tan complicados. De haber estado gobernando el
Partido Socialista, sin duda alguna estaría ocurriendo
cuarto y mitad de lo mismo o quizá algo peor. Lo cual viene
a evidenciar el gran fracaso de los partidos. De los dos
partidos que han venido imponiendo su hegemonía desde que se
instauró la democracia.
Democracia. Forma de gobierno en la cual el pueblo no es
sólo el sujeto pasivo (gobernado) sino también el sujeto
activo (gobernante) y esto persiguiendo el bien de todo el
pueblo (sujeto-fin). Por ello hace muy bien en salir a la
calle a protestar.
¿Acaso creen ustedes que los políticos actuales han
perseguido hasta ahora el bien de todo el pueblo? Miremos en
nuestro derredor y pensemos detenidamente en si hay algún
político que haya sido capaz de hacer no grandes cosas, sino
las necesarias para que esta Ceuta, pequeña y marinera, no
se vea envuelta en la tragedia de tener que despedir, cuando
llegue su momento, a un montón de empleados públicos.
La Ceuta, pequeña y marinera, ha vivido al socaire de los
fondos europeos. Fondos europeos que fueron llegando más y
mejor cuando gobernaban los socialistas. Cuánto me gustaría
poder hablar un día con José Fernández Chacón para tirarle
de la lengua. Por más que tenga asumido que su jurada
amistad con Juan Vivas impedirá que mis preguntas sean
respondidas con la verdad que el asunto requiere.
En fin, que día llegará, créanme, que podremos saber la
verdad de un cuento que dura ya muchos años. Tantos, pero
tantos, como para que mucha gente se haya olvidado de que
después del GIL los dineros han llegado a espuertas y muchos
se han hecho ricos. Procuren, por tanto, no hacer
distinciones. Sería una decisión tan absurda como
arriesgada.
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