La lección inaugural del curso académico 2012-2013, que
corrió a cargo del catedrático de Filosofía del Derecho y
director del departamento de Derecho de la sede central de
la UNED en Madrid, Narciso Martínez Morán, se centró ayer en
un tema de plena actualidad. ‘Derechos, prestaciones
sociales y crisis del Estado del Bienestar’, fue la elección
del ponente invitado para dar el pistoletazo de salida del
curso, y el catedrático lo hizo basándose en un análisis de
contextualizado de qué es lo que el Estado o la sociedad
está haciendo mal para que nos hayamos sumergidos no ya en
una crisis económica, sino en lo que él considera “una
crisis de valores”.
“Hay una relación muy directa entre los mismos términos del
título de la ponencia, ya que una cosa lleva a la otra. Es
necesario reflexionar porque los economistas se dedican solo
en los números, pero no se trata solo de eso, sino de
personas, y sus derechos”. Para el conferenciante, las
cifras macroeconómicas muchas veces se nos escapan y hay que
mirar más allá de lo que se está haciendo, dónde se puede
recortar y si se está haciendo como hacerlo de forma
adecuada. Así, Martínez Morán defendió que a través del
enfoque filosófico se puede aportar sensatez, “dar prioridad
a la razón sobre la pasión y la frialdad de los números”.
¿Cabe la supresión de algunas prestaciones sociales? Para el
catedrático algunas de ellas “no son tales prestaciones o
derechos”, y cabría por tanto en ellas un recorte “o incluso
la supresión”. Como ejemplo, el caso de una Comunidad
Autónoma donde se ofrecía la gratuidad total del servicio de
autobús
“¿Es una prestación social, un derecho fundamental?”, se
pregunta. Para Martínez realmente no lo es, como tampoco lo
sería el servicio de alimentación asociado a la prestación
sanitaria cuando una persona está hospitalizada. “Esto da
lugar al turismo sanitario”. En su opinión, lo que habría
que hacer es regular el sistema de forma que los más
necesitados no paguen nada y los que puedan plo hagan de
forma acorde. “¿Por qué un jubilado no paga ningún
medicamento independientemente de su pensión y sí lo hace un
mileurista?”, se pregunta. El Estado de Bienestar debería
estar basado según el filósofo del derecho en el lema “quien
puede paga”, tanto en el ámbito social como el sanitario o
el educativo. “El igualitarismo no es bueno, la igualdad
supone proporcionalidad, equilibrio, redistribución”. Para
que esto funcione “hay que pensar” y racionalizar, “y el
sistema que tenemos ahora no lo hace”.
Martínez propone la Educación cívica como la respuesta clave
de cara al futuro de nuestra sociedad ya que, si bien la
generación en la que él mismo se enmarca “ya está perdida”,
aún hay tiempo de inculcar una educación para las
generaciones venideras donde se enseñe a respetar, a
apreciar los bienes públicos y se administre de forma limpia
y sin corrupción.
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