LUNES 8.
Días atrás recibí la invitación, como cada año, para asistir
a los Actos Institucionales que con motivo de la Santísima
Virgen del Pilar, Patrona del Cuerpo de la Guardia Civil, se
celebrará el próximo día 10 de octubre. Después se podrá
disfrutar de un vino en los salones del Parador Hotel La
Muralla. Eso sí, con muy buen criterio por parte de la
Guardia Civil, quienes deseen asistir a la reunión del
Parador deben pagar 8 euros. Y allá que hoy, a esa hora vaga
de mediodía, me encajo en el Cuartel de la Benemérita y tras
presentarme al guardia de servicio en la puerta, me conducen
al sitio donde se puede conseguir la invitación. Se trata de
la oficina perteneciente a la Ayudantía de la Comandancia, y
allí me recibe un capitán, amable donde los haya, y cumplo
con mi obligación; es decir, pago los euros correspondientes
y se me entrega la entrada de acceso al salón del Parador.
Donde a buen seguro se pasará un rato agradable de cháchara
entre los diversos corrillos que se vayan formando. De
vuelta a mi casa, por la avenida del Ejército Español, más o
menos a la altura de la Farmacia Lobato, hallo a
Guillermo Romero, muy mejorado de sus dolencias, que
forma parte de una tertulia en el quiosco sito en ese lugar.
Tertulia en la que se habla de fútbol y, concretamente, del
último Barcelona-Madrid. Los allí reunidos, conocidos todos,
me recuerdan que Casillas sigue dejándome en buen
lugar. Mi respuesta no se hace esperar: qué más quisiera yo
que fuera al revés… Pero, desgraciadamente, mi equipo, con
ese portero ‘cantando’ en los balones por alto y siendo
incapaz de saber situarse detrás de una barrera, perderá
muchos partidos. A no ser que sus compañeros hagan tres o
cuatro goles todos los días y fiestas de guardar.
Martes. 9
Transito la calle, como todos los martes. Lo cual me permite
intercambiar opiniones con los conocidos que me voy
encontrando y participar en los corrillos que se forman en
los bares de la calle Jáudenes. En ocasiones, me ponen al
tanto de hechos que no tienen la menor importancia pero que
pueden ser reveladores de cómo actúan algunos políticos. Se
trata, en este caso, de la enorme amistad que mantienen el
alcalde y el secretario general de Comisiones Obreras. Una
amistad que viene de atrás. De hace muchos años. De cuando
ambos se jactaban de compartir las mismas ideas políticas y
decían impropios de los miembros de una derecha a la que
acusaban de atentar contra la clase media a fin de convertir
España en un solar de pobreza. Se me dice que Juan Luis
Aróstegui se permite el lujo de adentrarse en el
despacho del alcalde cuando lo cree conveniente. Y en él se
pasa todo el tiempo del mundo. Tratando por todos los medios
de convencer a Juan Vivas de cómo debe gobernar. Y
semejante situación, créanme, está causándole un enorme
deterioro a Vivas. Ya que quienes ven lo que está
sucediendo, que no es plato de buen gusto, sufren en
silencio lo que está ocurriendo. Lo que está ocurriendo es
que Aróstegui hace y deshace. Y, cuando se pone farruco, no
duda en gritar a voz en cuello, entre quienes suelen hacerle
la ola, que el alcalde le come en la mano.
Miércoles. 10
Muchas fueron las personas que asistieron a la copa de vino
que se dio en el Parador Hotel La Muralla a fin de celebrar
la festividad de la Virgen del Pilar. De modo que me fue
posible intercambiar impresiones con Fernando Jover y
Enrique Ávila. Con los que charlar me encanta. Y qué
decir de Juan Domínguez Berrueta, juez decano. A
quien conozco hace la tira de años y con quien conversar ha
sido siempre motivo placentero y que me ha permitido saber
un poco más de algunas cosas. Domínguez Berrueta sabe que le
tengo en alta estima. Y punto. Francisco Antonio González,
delegado del Gobierno, muy solicitado durante el acto, tuvo
a bien acercarse hasta donde estábamos Sergio Moreno
y yo. Y, durante unos minutos, hablamos de lo que convenía y
hasta nos reímos. Lo cual no es fácil con la que está
cayendo. Juan Vivas, en cambio, abandonó pronto la
fiesta. Y la gente entendió que ya no es aquel alcalde que
aprovechaba cualquier cuchipanda para lucir palmito y
estrechar manos a tutiplén. Se le nota algo fatigado. Quizá
harto de aparentar lo que no es.
Jueves. 11
Hay alguien que me para y me pregunta por qué no he dicho ni
pío de la noticia que se público el martes, día 9, del mes
que corre, acerca de que el Juzgado de Instrucción número 4
de Ceuta ha desestimado el recurso interpuesto por
Comisiones Obreras a la sentencia emitida el pasado mes de
junio y por el que quedaba sobreseído de forma provisional
el caso de presuntos malos tratos en el Centro de Menores
‘Punta Blanca’. Presuntos malos tratos que fueron
denunciados por CCOO en febrero de 2009. Simple y
llanamente, porque no la he leído. Fue mi respuesta. Pero me
quedé con la copla y debo decir lo siguiente: el
sobreseimiento es porque el Juzgado ha considerado que tras
las pruebas existentes, las declaraciones realizadas tanto
por los denunciantes como por el testigo protegido carecen
de credibilidad. Ahora bien, el conocimiento de la sentencia
me ha hecho recordar aquellos días de febrero de 2009,
cuando a alguien le dio por decir que había oído aullidos de
miedo y alaridos de terror en el Centro de Menores. Y
describía la situación de modo que nos acongojó a todos. La
sentencia ha venido a demostrar que las alucinaciones
existen.
Viernes. 12
Fiesta del 12 de Octubre. Aprovecho la mañana, en día tan
señalado, para volver a leer, entre hoy mañana, gran parte
de ‘Los mitos de la Historia de España’, cuyo autor es
Fernando García de Cortázar. Libro de mucho interés y
que conservo como libro de cabecera, y que en estos momentos
me es muy necesario para poner mis ideas en orden sobre lo
que viene aconteciendo en Cataluña. Vaya este párrafo que es
muy revelador de lo que no se dice… Lo que no se dice es que
si el español se extendió a Cataluña fue porque la cultura,
el comercio, la industria y las finanzas apostaron por la
lengua de Cervantes, una lengua internacional con la que
hasta el siglo XVIII podía recorrerse Europa, Asia, África y
América con mucho provecho. “Lenguaje de blancos y de
indios, de negros y de mestizos, y de mulatos; lenguaje de
cristianos católicos y no católicos, y de no cristianos, y
de ateos; lenguaje que viven bajo los más diversos regímenes
políticos”, escribiría Miguel de Unamuno a comienzos
del siglo XX”.
Sábado. 13
Me doy mi vueltecita por donde suelo y coincido en sitio de
copas con varias personas que hablan de fútbol. Del tema
central, es decir, de los motivos por los que el partido de
España- Bielorrusia no se ha televisado, pasan a opinar
acerca de los mejores jugadores nacidos en Ceuta y que
alcanzaron fama nacional. Y, claro, uno de los componentes
de la tertulia me pregunta mi parecer sobre cuál o cuáles de
ellos fueron mis preferidos. Salen a relucir los hermanos
Lesmes, y yo reconocí que con Paco, es decir,
Lesmes I, hice amistad y siempre que venía a su tierra
nos buscábamos para hablar de fútbol. Se menciona a
Migueli. Y opiné que muchas veces fueron las que le vi
actuar en el Cádiz, cuando Andrés, su compañero en la
zaga gaditana, estaba mejor valorado que el ceutí. Luego,
Andrés se quedó a mitad de camino y el Tarzán caballa logró
fama en el Barcelona. De Pirri se me ocurrió decir lo
siguiente: ha sido uno de los mejores futbolistas españoles
de todos los tiempos. Y argumenté el motivo de mi creencia.
A Nayim lo estimé como siempre: lo de su gol, aquel
10 de mayo de 1995, en París, al Arsenal, desde una
distancia de 49 metros, uno de los más bellos logrados en
una final europea, le concedió fama mundial. Es verdad que
Nayim tuvo la suerte de estar ese día en el sitio preciso y
a la hora justa. Pero conviene recordar, para los que no lo
saben, que esa acción no debería hacernos olvidar que
Mohamed Alí Amar era un futbolista como la copa de un pino.
Nombré a Pepe Bravo, y los contertulios no sabían que
había sido jugador del Barcelona, muy apreciado por sus
compañeros de entonces, como así me lo confesaba un día, en
su hotel de Barcelona, Domingo Balmanya. Por último,
me referí a José Paz, “El Chuli”. De quien guardo
inmejorables recuerdos como persona y del que no nunca me he
cansado de decir que era un fenómeno. Y así lo demostró en
la Córdoba de finales de los cincuenta y parte de los
sesenta, en el antiguo Arcángel. De ahí que los cordobeses
lo tengan catalogado como mito futbolístico. Por cierto,
hace ya mucho tiempo que no veo a Paz por la calle.
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