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OPINIÓN - DOMINGO, 14 DE OCTUBRE DE 2012

 

OPINIÓN / EL MAESTRO

¿Por qué no somos Finlandia?
 


Andrés Gómez Fernández
andresgomez@elpueblodeceuta.com

 

Desde que la OCDE comenzara, en el año 2000, a elaborar su Informe Pisa, por su excelente nivel educativo (Se vaticina que los niños finlandeses de hoy, estarán el día de mañana entre los profesionales mejores preparados del mundo).

A nivel internacional, en las competencias “comprensión lectora” y “matemáticas” sólo se ve superada por Shangai-China, y Corea del Sur; en la competencia científica, sólo por Shangai-China (Medias realizadas en 2009).

Apenas un 8% de alumnos finlandeses no terminan sus estudios obligatorios, frente a un 30% de españoles que no acaban el Bachillerato.

Estudios llevado a cabo por especialistas, dispuestos a conocer la clave del éxito finlandés, constatan que la primera sorpresa que los niños finlandeses, menos de la mitad, entre 4 y 5 años acuden a Guarderías y no empiezan el colegio hasta los 7 años. Dos años después, sus puntuaciones son mejores que las del resto de los países estudiados por la OCDE. “No ven ni una letra hasta que el niño ha madurado neurológicamente y entonces aprenden a leer en dos meses.

Para fortalecer su estabilidad emocional y su seguridad, los más pequeños tienen, durante los primeros seis años de Primaria en todas, o en la mayoría de las asignaturas, el mismo maestro, que vela porque ningún alumno quede excluido. Hasta 50 no hay calificaciones numéricas. No se busca fomentar la competencia entre alumnos y las comparaciones. “En España da igual si el niño es creativo, racional o empático; sólo importan las notas. En Finlandia está delante de los contenidos”.

La educación es gratuita desde Preescolar hasta la Universidad; incluye las clases, el comedor, los libros y el resto del material escolar; aunque si alguien lo pierde o deteriora está obligado a pagárselo. La jornada escolar suele comenzar sobre las 8:30-9 de la mañana, hasta las 3 de la tarde, con el paréntesis del almuerzo a las 12/12:30 horas. El total suman 608 horas lectivas en Primaria, frente a 875 horas de España con deberes en casa que no son excesivos.

Y, nos surge la pregunta: ¿Cómo consiguen mejores resultados en menos tiempo? El éxito finlandés se debe a que encajan tres estructuras: la familia, la escuela y los recursos socio-culturales (bibliotecas, ludotecas, cines…) Los tres engranajes están fijados y funcionan de forma coordinada. Y además, los padres tienen la convicción de que son los primeros responsables de la educación de sus hijos, por delante de la escuela. Y habrá que añadir que el 80% de las familias van a la Biblioteca el fin de semana, para quienes este estímulo de la lectura resulta básico.

Es fundamental destacar que el ministerio Social finlandés contribuye con numerosas ayudas oficiales a las familias que pueden conciliar su trabajo y la atención sus hijos.

Por otra parte, se ven favorecidas por la “existencia” de una “herencia cultural luterana” basada en la responsabilidad que fomenta la disciplina y el esfuerzo, a la que también acompaña un clima que empuja a encerrarse en casa; pero estos factores también de mayor nivel económico y, sin embargo, figuran varios puestos por debajo en el Informe Pisa, por lo que no son las variables socioecónomicas las determinantes.

Entonces, ¿dónde está la diferencia? Según la investigación o estudio, en la elevada calificación académica del Profesorado en Finlandia. “Los finlandeses consideran que el tesoro de la nación son sus niños y los ponen en manos de los mejores profesores”.

Las mejores docentes se sitúan en los primeros años de enseñanza, cuando se aprenden los fundamentales de todos los posteriores aprendizajes. Se considera que hacia los siete años el alumno se encuentra en la fase más manejable y es cuando realiza algunas de las conexiones mentales fundamentales que la estructuración toda la vida. Por eso se considera esencial a quien ayudará en este proceso.

Claro, que para ser maestro en Finlandia se necesita una calificación de más de 9 sobre 10 en sus promedios de Bachillerato y de Reválida y se requiere, además, una gran dosis de sensibilidad social (se valora su partición en actividades sociales, voluntariado…) Cada Universidad escoge después a sus aspirantes a profesores con una entrevista para valorar su capacidad de comunicación y de empatía, en resumen de lectura de un libro, una explicación de un tema ante una clase, una demostración de aptitudes tecnológicas.

Al proceso de selección le siguen unas exigentes licenciaturas y períodos de prácticas.

No es de extrañar que los profesores estén muy bien considerados socialmente en Finlandia y exista una gran demanda, pese a que sus sueldos, aunque superen la media de la OCDE son inferiores a los de los docentes españoles. “Es un honor nacional ser maestro de primaria”.

El Secretario de Estado de Educación de Finlandia, resumía en una frase la importancia de este proceso. “La Educación es la llave para el desarrollo de un país. Por eso, el país nórdico dedica del 11 al 12% de los presupuestos del Estado y los ayuntamientos a financiar este modelo de educación. “Es una política inteligente que les está dando sus frutos”.

En nuestro país, después de tantas leyes, cada una de ellas impuestas según el Gobierno de turno, no hemos encontrado la fórmula para conseguir primeros puestos, sino salir del puesto 34 que ocupamos en las distintas competencias.
 

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