Y no es que no se esperara, que
todos sabíamos que el calor del verano se iba a prolongar a
lo largo del otoño y así está siendo.
Hoy, sin ir más lejos, veo que el Parador Hotel la Muralla,
sus empleados o una gran parte de ellos, está de huelga.
Y no es lo malo que estén hoy, sino que lo están
aprovechando el largo fin de semana, con lo que eso conlleva
para este Parador y para toda la red de Paradores, que
tienen que anular los compromisos adquiridos, como son las
bodas, para hoy, para mañana y para todos los fines de
semana largos, hasta finales de año. Ahí es nada.
Las interpretaciones a esta huelga “monstruo” son muy
diferentes, aunque corre cierto tufillo de que el último
empujón para llegar a esto viene dado por el golpe que se ha
dado con la pérdida de muchas liberaciones a personas de los
sindicatos, además de otras prebendas.
Sea por eso o por la falta de tacto de Paradores para el
convenio, lo cierto es que las pérdidas que se presentan en
estos tres meses van a ser monumentales y el rebote no
tardará en llegar, en forma de ERE, con lo que algunos de
los que están hoy de huelga y lo van a estar mañana pueden
llegar a estar de “descanso indefinido” no tardando mucho.
Una huelga nunca trajo bienestar y ésta de Paradores no va a
ser una excepción, y si no tiempo al tiempo.
Esta huelga es uno de los primeros pasos de octubre, porque
casi a renglón seguido parece que la FAMPA llama a padres de
alumnos a secundar la huelga del jueves día 18. No lo puedo
entender.
Y no lo puedo entender porque, de momento, aquí al menos, a
las claras, no son los sindicatos los que se lancen a este
movimiento huelguístico, sino la Federación de Asociaciones
de Padres y Madres, al valorar la LOMCE, que no ha empezado
a funcionar, como una ley que impedirá a los pobres seguir
estudiando y favorecerá la creación de “guetos”. Lo que nos
faltaba, la lucha de clases.
No sé si la FAMPA ha medido el terreno que está pisando y se
ha dado cuenta de donde se está metiendo, porque reivindicar
todo lo reivindicable me parece correcto y más aún legítimo,
pero parte o toda la legitimidad se escapa o se pierde
cuando colocas como primeros escudos a unos alumnos que ni
saben lo que es una huelga, ni ven hasta donde puede llegar,
quedándose en el jolgorio de que un día más, sin esperarlo,
no van a dar clase.
Cada vez más se viene demostrando que de enseñanza o de
medicina parece que todo el mundo sabe y esto se manifiesta
cuando algún presidente de estas organizaciones lanza una
frase “bonita” que tanto puede servir para la enseñanza como
para el vendedor de coplas en un mercadillo.
Se habla de “guetos” y de su creación, pero se confunde el
origen que no es la LOMCE, porque no está aún puesta en
marcha. Esos “guetos”, muchos existen en Ceuta, pero han
llegado por otros caminos que el presidente de la entidad
Mustafa Mohamed conoce perfectamente.
Me fastidia tanto la “egebeización” de la enseñanza, como la
manipulación “a todo lo que se mueve” para llevar a cabo una
huelga, y si nunca una huelga logró mejorar, ésta en la que
se van a ver envueltos alumnos y padres no va a tener más
éxito.
Lo dicho, estamos en la época de las huelgas y mañana lo que
falta es que los curas de Ceuta hagan huelga a la llegada
del Obispo, por haber elegido este fin de semana, en vez de
otro día, en medio de una semana. Los curas, parte de ellos,
no están muy conformes con la visita del Obispo mañana, pero
al señor Obispo habrá que darle tiempo a que se entere de
que Ceuta no es Getafe.
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