Guillermo Martínez ha aludido en su intervención económica,
en un factor que no puede ni debe pasar desapercibido: la
importancia del “colchón” que reportan las dos
Administraciones: la local y la estatal.
En este sentido, el consejero de Economía y Hacienda se ha
referido a que sus aportaciones suponen nada menos que el
50% de nuestro Producto Interior Bruto (PIB) y, a lo largo
del tiempo, con diferentes Gobiernos, supone el esfuerzo de
una y otra por contribuir, una y otra Administración, por
mantener los niveles de inversión que se vienen dando año
tras año en nuestra ciudad, la calidad de los servicios
públicos -una de las preocupaciones de nuestro dirigentes
para que Ceuta cuente con los mismos niveles que cualquier
población de la península-, y con el impacto que supone, ese
apoyo institucional en forma de partidas económicas, en la
dinamización de la ciudad de Ceuta y como estímulo a su
tejido productivo.
Una apuesta que ha surgido a modo de debate en numerosos
Plenos cuando Mohamed Alí o cualquier otro miembro de la
oposición, ha tratado de menoscabar al Gobierno con el
argumento de que ésta es una ciudad subvencionada, cuando se
conoce que, nuestras singularidades así lo precisan.
De manera que este factor, del impacto del apoyo público y
su incidencia en nuestra economía, ha sido puesto de relieve
por Guillermo Martínez, como profundo conocedor -por el área
que desempeña-, del componente público en una ciudad como
ésta, necesitada de ayudas y estímulos, sin olvidarnos que
también ha de esforzarse por sí sola.
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