El teniente coronel Andrés López García (Úbeda, Jaén, 1963),
ha concedido a EL PUEBLO, con motivo de la celebración de
Nuestra Señora del Pilar el próximo viernes, una entrevista
en la que ha hace balance de los dos últimos años como
máximo responsable de la 2007 Comandancia. Inmigración y
drogas son dos de los asuntos que López trata, además de
recordar los operativos llevados a cabo durante el año
pasado en la barriada de Príncipe Alfonso. Por otro lado, es
defensor de la coordinación entre los Cuerpos y Fuerzas de
Seguridad, y resalta la estrecha colaboración que existe en
este sentido con el CNP, con el objetivo de llegar a la
“máxima optimización de los recursos”.
Pregunta.- ¿Qué balance hace de los casi dos años que
lleva al frente de la 2007 Comandancia de la Guardia Civil?
Respuesta.- Es un balance positivo y las estadísticas han
mejorado de forma significativa, aunque hay que reconocer
que la unidad estaba bastante bien. Tanto el coronel Cortés
como el coronel Guitar habían dejado la Comandancia en un
alto nivel de preparación y funcionamiento, con lo cual ha
sido fácil mantenerlo e incrementarlo. Es decir, ha sido la
subida lógica de lo que ya teníamos. La verdad es que ha ido
todo muy bien. Me he sentido y me siento muy apoyado por el
personal. Por ejemplo, el absentismo ha bajado y esto muy
contento.
P.- Comenta usted el descenso del absentismo en la
Unidad, ¿era muy significativo?
R.- Nosotros no estamos acostumbrados a tenerlo y lo poco
espanta. Seguimos teniendo un 10-12% pero hay épocas en las
que estamos en un 5%.
P.- A esa cifra tan baja le gustaría llegar a alguna que
otra institución...
R.- [Sonríe]. En muchas ocasiones se disparan las alarmas
porque no estamos acostumbrados a tener ese absentismo. A lo
mejor, si se compara con el funcionariado civil, no estamos
tan altos. Ha habido incluso reuniones en Madrid para
explicar que en la Guardia Civil el nivel no es tan elevado
en relación al resto. Ver que ha disminuido este absentismo
es hasta cierto punto pensar que cuentas con la aprobación
de la gente.
P.- ¿En qué aspectos concretos cree que ha mejorado la
operatividad de la Guardia Civil?
R.- Creo que la operatividad sigue siendo prácticamente la
misma. Hemos mejorado en medios y se ha creado un mejor
sistema en el perímetro fronterizo. Y es que el sistema de
perimetración de fronteras es algo que está vivo, que va
mejorando día a día. Conforme se detecta una debilidad, se
invierte para repararla y mejorarla, con lo cual, el
vallado, que se inauguró en noviembre de 2000, al que hay
ahora en octubre de 2012, no se parece en nada. ¿Por qué?
Porque se ha ido mejorando y se han ido cubriendo las
deficiencias que se han ido viendo. La forma de trabajar es
prácticamente la misma. Se cuenta con mejores medios y el
personal está implicado y concienciado en su misión y en la
labor que tiene que desarrollar y lo está haciendo bien.
P.- ¿Cree que falta algo por lograr? ¿Qué objetivos tiene
a corto, medio y largo plazo?
R.- Debemos intentar mejorar el tema de la inmigración,
aunque es cierto que esta situación está fundamentalmente en
manos de Marruecos. Es un tema más de colaboración. Se está
por ese camino ya que nos consta que tanto desde Delegación
del Gobierno como Madrid se están mejorando las relaciones
con Marruecos, pero sigue siendo para la Guardia Civil una
‘espada de Damocles’. Hay que tener presente que nuestras
competencias en Ceuta están muy limitadas y no tenemos
grandes retos en este sentido. Sin embargo, sí que es cierto
que tenemos una carencia de personal y necesitamos aumentar
las plantillas. A pesar de ello, somos conscientes de la
situación que hay en el país; el índice de reposición está
en la actualidad en un 10% en los Cuerpos y Fuerzas de
Seguridad. Con esto quiero decir que hay que asumir que
solicitar personal es ‘pedir peras al olmo’. No hay ni para
nosotros ni para nadie. A pesar de todo, si se observan los
buenos resultados que estamos teniendo en la Comandancia y
cómo está funcionando, uno pide porque quiere ser mejor,
pero luego piensas en quedarte ‘como estás’ porque siempre
hay alguien que está peor que tú en cuestiones de seguridad.
P.- Si España no viviera este momento de crisis
económica, ¿cuántos efectivos cree que necesitaría la
Comandancia en Ceuta?
R.- Cubrir las vacantes que se vayan generando. Por ejemplo,
en la cuestión de la inmigración colaboramos con Marruecos.
Si no se coopera, no hace falta que esté la Guardia Civil.
Ahora mismo vivimos una época dulce con el vecino país y
realmente no necesito demasiado personal. La necesidad de
recursos humanos se produciría ante un hipotético caso de
que Marruecos no hiciera nada en este sentido, pero no es
así. Tal y como estamos ahora, se cubren las necesidades de
forma aceptable.
P.- ¿Qué es lo que ha cambiado en cuanto a la inmigración
este verano con respecto al del pasado año? ¿Por qué existe
ese momento dulce con la Policía Marroqui?
R.- La situación ya se fue endulzando en el último trimestre
del año pasado y desde principios de año, la relación con la
Policía Marroquí está bastante bien. ¿Qué ha cambiado? Entre
otras cosas, el Gobierno. Si bien es cierto que nos consta
que el Gobierno anterior estaba preocupado por estos temas
-personalmente no tengo ninguna queja del anterior equipo de
Delegación-, sí que es cierto que estamos un poco en manos
de Marruecos. Ahora mismo los acuerdos que tiene el Gobierno
de la Nación son más favorables o hacen más por agradar. El
año pasado teníamos un problema, que era la forma de entrada
de los inmigrantes, que se hacía en avalancha por la playa.
Ya a finales de año, el 30 de diciembre Marruecos desplegó
una unidad de Policía móvil antidisturbios en el Tarajal, lo
que evitó que continuasen las avalanchas por la bahía sur.
El ‘modus operandi’ se desvió hacia las balsas. En cuanto se
detecta una se avisa y normalmente vienen y las recogen.
También las detectan ellos de forma simultánea. De cuando en
cuando entra alguna balsa, en unos casos si no se ha
detectado y en otros porque la coordinación no es todo lo
perfecta que se quisiera. Sin embargo, las entradas de
inmigrantes son algo casi anecdótico.
P.- El carácter de Ceuta como frontera de España y Europa
supone una de las funciones de control más específicas de la
Guardia Civil; no sólo en el Tarajal, sino en el puerto.
¿Qué es lo que considera fundamental en las actuaciones
diarias de la Comandancia?
R.- En el puerto y en el Tarajal es el control fiscal. Hay
que tener en cuenta que Marruecos es un país en el que se
produce bastante hachís, aunque también me consta, ya que
cada año hay una reunión entre jefes regionales de la
Gendarmería y la Guardia Civil, que el país vecino está
empleándose a fondo contra las plantaciones de hachís,
aunque no lo tienen fácil porque es un país grande y es
complicado. Ceuta es una zona de tránsito, tanto por tierra:
Tarajal-Puerto, como por agua, a través de embarcaciones que
normalmente suelen salir a través de las zonas del Perejil o
Cabo Negro. En cuanto al nivel fiscal de ambas zonas,
prácticamente casi todo lo que entra por el Tarajal es para
salir por el puerto. En la ciudad no se registran grandes
consumos. Se denuncia por la Ley 1/92 por consumo de drogas
pero no es algo espectacular. Hay gente que toma drogas pero
no es algo escandaloso. En el puerto es donde
fundamentalmente se centran los controles con perros
detectores de narcóticos y guardias especializados en
montaje y desmontaje de vehículos. Sí que ha habido una
reforma en la Ley en la que se dice que para ingresar en
prisión se tienen que llevar más de dos kilos. La gente está
intentando pasar con menos de dos kilos para no ingresar en
prisión preventiva, aunque después en el juicio ya se verá.
Lo que está provocando esta situación es que haya mucha
gente que intente entrar con menos de dos kilos. En este
sentido, no sería tanta la cantidad de droga incautada como
el número de detenidos.
P.- En el desayuno con los medios de comunicación del
pasado jueves usted informó de que se había incautado más
hachís que durante el año pasado, ¿a qué se debe esta
situación?
R.- Este año se ha registrado un total de 17 toneladas de
hachís, mientras que en 2011 fue de 14. A principios de año
se cogieron en el puerto más de 3.000 kilos. Fue una época
en la que se incautaron varias caravanas con más de 500
kilos. No es suerte, porque es para el que la busca y la
trabaja.
P.- Como ha comentado, a principios de año intentaban
cruzar el Estrecho caravanas llenas de droga, en la
actualidad parece que se ha reducido el número de intentos
de pasar con grandes cantidades...
R.- La verdad es que fue, posiblemente, que los pasantes
iban engañados asegurándoles que con este sistema era más
fácil pasar. Llevo en Ceuta más de 10 años y el estándar de
vehículos que se ‘cogen’ en el puerto tienen entre 30 y 50
kilos como media. Todo lo que pasa de ahí es anormal. Hemos
tenido muchos casos de un kilo y medio, etc. Lo que no es
normal son 500 o 600 kilos. Las presiones más fuertes han
sido cuando se han recogido embarcaciones, que sí que suelen
tener entre 1.000 y 2.000 kilos.
P.- ¿Cree que el mayor número de detenciones e delitos
por tráfico de drogas se debe a la crisis?
R.- No porque gran parte de los que se detienen ya tienen
antecedentes, con lo cual, nunca han estado en crisis. Hay
algún caso pero considero que no es ese el motivo e insisto
en que la mayoría tiene antecedentes penales por lo mismo.
P.- ¿Cuántas detenciones se han producido hasta el
momento por delitos contra la salud pública?
R.- Unos 1.200. Se ha detenido a mucha gente con poca
cantidad. El resto de detenidos han sido fundamentalmente
por tráfico.
P.- La Guardia Civil también controla el tráfico en la
ciudad, ¿es duro?
R.- Los delitos fundamentalmente por tráfico son por superar
la tasa de alcohol y la conducción sin carné de conducir.
P.- ¿Cómo es la relación que mantiene la Comandancia con
el resto de Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, tanto del Estado
como locales?
R.- Tenemos una buena relación tanto con unos como con
otros. Cierto es que como siempre es mejorable y estamos en
ello. El jefe superior del Cuerpo Nacional de Policía lleva
aquí desde mayo y en el poco tiempo que hemos coincidido
tenemos una buena relación personal. Creo que tenemos ideas
muy similares en la forma de ver los servicios. Estoy
convencido de que juntos podemos. Somos unos 600 guardias y
la Policía Nacional anda por la misma cifra, junto a la
Policía Local. Si se reparte el número de habitantes en
Ceuta, la ciudad toca a un policía -aunque habría que hacer
la media exacta- por cada cinco o diez habitantes. Además,
hay que resaltar que la idea de Delegación de Gobierno
también va por ese sentido: maximizar los recursos. La idea
es que con lo que tenemos, vamos a intentar mantener la
coordinación. En definitiva, las relaciones tanto con Pedro
Luis Mélida como con Ángel Gómez, actualmente a nivel
personal son fantásticas y a nivel institucional también.
Cada vez que se solicita un apoyo, normalmente es en algún
control; por ejemplo, si algún coche resulta sospechoso se
utiliza el perro antidrogas o el guardia estudia los
vehículos para localizar si existen dobles fondos. El tema
no es quién lo haga sino cómo se haga.
P.- ¿Existen duplicidades cuando, por ejemplo, dos
cuerpos diferentes acuden a un mismo lugar?
R.- Si este caso se da, normalmente nos llamamos y
coordinamos el operativo sobre la marcha. Hay que estar
coordinados, sobre todo a nivel de las Jefaturas. Una vez
que coincidimos en un servicio, que puede ser, suele tenerse
en cuenta y se avisa. Suele pasar con los accidentes de
tráfico. También lo que se procura, y ahí hay que agradecer
la función del servicio de Emergencias 112, es que el
ciudadano no tenga que esperar. Es decir, que se atienden
las incidencias y las actuaciones son siempre mejorables.
Está bien seguir mejorando y es importante que todo
funcione.
P.- ¿Cuáles considera que son los principales problemas
en seguridad que tiene la ciudad? ¿Cree que se ha
normalizado la situación en el Príncipe?
R.- No tengo competencias en seguridad ciudadana, con lo
cual, la información que puedo proporcionar es en base a lo
que leo, escucho o veo en los medios de comunicación. El
Cuerpo Nacional de Policía es el que tiene la competencia y
ahora mismo llevamos un año relativamente tranquilo. Parece
ser que la situación se está normalizando algo más, supongo
que por los despliegues policiales.
P.- Sin embargo, la Guardia Civil sí que ha hecho labores
de seguridad ciudadana, junto con la Unidad de Intervención
Rápida (UIR), en el Príncipe, en los años 2004 y 2005. La
Benemérita ha estado concretamente por la zona de Las
Caracolas ante una fuerte represión de alborotadores y ya no
está...
R.- Afortunadamente ya no estamos. Esta situación es a
demanda de otros cuerpos, lo que comentaba antes de la
colaboración. Hay que tener en cuenta que en Ceuta, estamos
como estamos y por la noche los barcos se paran. Entonces,
si pasa algo, no se pueden mandar refuerzos de la península
como pasa en otras Comandancias, como por ejemplo, en
Algeciras, donde estuve en antidisturbios media vida. Ha
habido ocasiones que a las 4 de la mañana nos han activado y
hemos ido con las sirenas puestas desde Sevilla hasta Cádiz
porque había un altercado. Eso aquí en Ceuta no se puede
hacer. La Guardia Civil mismo, cuando fue el salto de la
valla, pidió a la UIR y al Cuerpo Nacional de Policía las
patrullas que tenía esa noche. Cuando se produce al
contrario y por el motivo que sea se ha desbordado la
situación ya que desgraciadamente todo no es previsible, se
le apoya. Lo apoyamos nosotros y los otros cuerpos. Ante
esas posibles necesidades de apoyo tenemos realizados planes
de cierre de la Comandancia, existen depósitos de armamento
y de material en determinados puntos para poder acudir, etc.
En la aduana del Tarajal, la competencia que tiene la
Guardia Civil es de resguardo fiscal y no de seguridad
ciudadana, porque compete al Cuerpo Nacional de Policía.
Pero en la frontera hay diez policías y diez guardias. Los
guardias, y yo tampoco, vamos a permitir que les pase algo a
los policías y viceversa. Me consta que ambos Cuerpos van a
acudir en ayuda del otro. En cuanto al Príncipe, en aquella
época entraron unidades mixtas y entre todos nos juntábamos
para trabajar.
P.- ¿Retirar a la Guardia Civil de esa barriada es
positivo?
R.- Es una decisión que marca la Ley 2/86, que habla de las
competencias de cada Cuerpo. La Guardia Civil tuvo hasta el
año 2002 un cuartel en el Fuerte del Príncipe. En esas
instalaciones hacía años que solamente había un guardia,
porque estaba cerrado. Era un guardia que estaba como
vigilante del edificio. Es decir, no había servicio al
ciudadano. El guardia estaba para que no se ocupase o se
destruyese el cuartel. Por ejemplo, también entramos en el
Príncipe en época electoral. Tradicionalmente nos toca
cubrir la barriada y se hace. Príncipe Alfonso es una zona
más que el resto de la ciudad, ni más ni menos que, por
ejemplo, la calle Jáudenes.
P.- Pero a la Guardia Civil se le ve más por la calle
Jáudenes que por la calle San Daniel...
R.- Si hay que pasar se pasa.
P.- ¿Cuándo habría que pasar entonces por la calle San
Daniel?
R.- Pasamos por Jáudenes porque vamos a otros sitios. Se
pasará por la calle San Daniel camino del Tarajal o del
perímetro, en el caso de que estuviese cortada la avenida
Martínez Catena, donde también tendríamos que estar ahí
controlando. Pero quiero resaltar que si Policía Nacional
necesita de un apoyo en el Príncipe, la Guardia Civil está
encantada de prestarlo. Durante el año pasado por estas
fechas trabajamos en un operativo de control para la
‘normalización’ del Príncipe.
P.- Una operación de control de armas en el Príncipe que,
como se ha podido leer en otro medio de comunicación, eran
operaciones “paripé”. ¿Usted cree que fue un paripé?
R.- Creo que no. En su día, con el delegado anterior -José
Fernández Chacón-, cuando compuso este sistema, había que
tener en cuenta que en el Príncipe se habían registrado
varios tiroteos y el final de verano había dejado dos
muertos. Fue algo bastante, bastante fuera de lo normal, con
lo cual había que tomar alguna medida drástica. ‘Cerrar’ una
barriada es una medida drástica y tampoco se puede mantener
excesivamente en el tiempo. Y es que hay que pensar que hay
cuatro delincuentes en la zona pero hay muchísimos
residentes sin ninguna culpa. La gente no tiene culpa de los
delincuentes que hay ahí y no se puede criminalizar a toda
la barriada. La idea era que Guardia Civil y Policía Local
llevaran a cabo los controles y el Cuerpo Nacional de
Policía actuara dentro de la barriada. Es decir, que los
controles fueran más penales que administrativos. Es decir,
no se buscaba denunciar al personal, sino el posible tráfico
de armas para evitar que hubiese tiroteos. Durante ese
tiempo no hubo nada y afortunadamente no ha habido nada.
Podríamos decir que se normalizó la barriada después de eso.
P.- No se habrán registrado más tiroteos -al parecer uno
con balas de fogueo- pero sí que algunas personas se han ido
a Siria...
R.- No tiene que ver nada con lo otro, aunque hay que asumir
la gravedad. También hay que tener en cuenta que esto ya
está judicializado y no quiero entrar a valorar este tipo de
cuestiones. Lo que sí que hay que dejar claro es que los
tiroteos que había estaban fundamentalmente enfocados por
temas de ajustes de cuentas -por drogas o tráfico de
inmigrantes-... El personal que ha ido a Siria ha sido por
motivos totalmente distintos a estos. Posiblemente tampoco
se hubiese controlado con este tipo de controles de
cerramiento de la barriada. Va por otros caminos y es un
problema que hay que tener en cuenta. Me consta que la
Policía Nacional lo tiene como una de sus preocupaciones y
nosotros también lo tenemos en cartera pero creo que son
temas distintos en este sentido. Son ambos asuntos
preocupantes pero con diferencia. En definitiva, no creo que
los controles realizados en el Príncipe fueran un paripé, ya
que se hizo un esfuerzo importante durante los casi tres
meses que duraron los operativos. Para la Guardia Civil fue
tan importante que casi todos los servicios del Cuerpo
estaban empleados ahí. En cada control poníamos cuatro
hombres. Había 16 hombres por cada turno.
P.- ¿Y los resultados de este operativo?
R.- Los resultados siempre son cuestionables. Todo es según
lo que quieras ver. Para la Guardia Civil, si es un paripé,
no hace el esfuerzo que hace ni gasta todo lo que tiene en
un paripé. Ahí teníamos todo el potencial en los controles.
P.- El anterior delegado no salió en defensa de lo que
usted dice...
R.- No sé si se lo preguntaron a ellos pero sí que fui
varias veces al Príncipe por la noche a hablar con los
vecinos, junto con el delegado. Al segundo o tercer día de
montarse el servicio, se fue a hablar con los residentes de
la barriada. La segunda vez fue un mes más tarde. La
sensación que daba era de normalidad, de gente sentada en
las calles, charlando. Parece que al delegado se lo
agradecían y Fernández Chacón era partidario de estos
controles. De hecho fue el que lo ordenó. Creo que ha sido
efectivo porque después de esto ha disminuido. ¿A lo mejor
se podría haber hecho otra cosa? A lo mejor sí y a lo mejor
no. Con la gente que tenemos, las capacidades que tenemos,
los volúmenes y espacios, se puede hacer a veces lo que se
puede hacer. En todas las reuniones que ha habido sobre este
tema las distintas consejerías de la Ciudad, como de
Delegación del Gobierno, se han implicado en la integración
de la barriada. Sin embargo, en este tema ni entro ni salgo
ya que hay proyectos urbanísticos y sociales para la
barriada.
P.- ¿Tan mal está la Guardia Civil como intenta hacer
creer la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC)?
Por ejemplo, en relación a la coordinación con el CNP en la
frontera o sobre la situación interna de la Unidad...
R.- La razón de ser de la AUGC es velar por los intereses
sociales de los guardias no de los intereses de servicio,
con lo cual, de eso, no deben ni hablar. No obstante,
aceptando las críticas y no como asociación sino como
ciudadano que se pueda sentir perjudicado de la Guardia
Civil, en cuanto a la colaboración se refiere, la Policía
Nacional lleva sus investigaciones y la Guardia Civil las
suyas porque cada Cuerpo ‘vive’ de sus resultados. Pero
cuando necesitamos algo, que no le quepa duda a nadie,
tenemos el apoyo de la Policía Nacional y viceversa. Que en
ocasiones haya habido algo de descoordinación, de todo hay,
pero desde luego no es la tónica, el referente ni la fórmula
habitual. E incluso dentro del propio Cuerpo. Es lo normal
en cualquier organización que cuenta con 600 hombres.
Chispas tiene que haber por fuerza, pero eso es lo bueno, ya
que quiere decir que hay celo profesional en ambos
colectivos. Las organizaciones profesionales no son malas en
la Guardia Civil y si la Dirección considera que deben estar
legalizadas... De hecho, hay un total de 16 asociaciones
legalizadas porque la Dirección considera que son útiles
para el Cuerpo, y yo no voy a ser menos. Estas son
asociaciones ya inscritas en el Registro de la Guardia
Civil. Si las hay, es porque son necesarias.
P.- Pero llama la atención que siempre sea la misma
Asociación la que critique...
R.- No quiero entrar en líneas editoriales. Procuro que a
los guardias les vaya bien y que esto funcione porque yo
también soy guardia. Soy hijo de guardia. Soy tan guardia
civil como un guardia nuevo. Lo que le pase de malo a la
Guardia Civil me ocurre a mí y al contrario. Representantes
de asociaciones hay desde guardias a oficiales. Oficialmente
nadie ha pedido una entrevista conmigo y Ceuta no es una
Comandancia al uso. Las reuniones son continuas con los
oficiales y el guardia más alejado es el que está en el
puerto. Saben que pueden contar sus problemas al teniente
coronel. Estoy abierto a cualquiera y que las puertas de mi
despacho están abiertas a los guardias y como no, al resto
de los ciudadanos. Creo que la Guardia Civil no está mal
aunque cualquier cosa es mejorable, hasta los relojes de
oro. No estamos mal de coordinación.
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