Después de que la nueva ordenanza de terrazas no convenciera
ni a propios ni extraños, el Gobierno ya ha modificado parte
de su contenido. El nuevo documento ya se encuentra “muy
avanzado” según ha confirmado la consejera de Fomento,
Susana Román, que ha explicado que mañana se entregará a
oposición, empresarios y Ascorce para ver si los cambios
“van en el buen camino”. Entre las modificaciones se
contempla una ampliación del plazo para tramitar las
licencias de apertura.
El pasado mes de agosto Fomento abría “un periodo de
reflexión” para volver a estudiar la ordenanza de terrazas
ante las quejas de los empresarios que ya habían solicitado
su nueva licencia pero que no la había obtenido en el plazo
de cinco meses establecido por la nueva norma, que entró en
vigor en marzo. Ahora el texto está “muy avanzado” según ha
confirmado la consejera, Susana Román, que explica cómo en
este nuevo documento se ha intentado adaptar la norma “a la
realidad de Ceuta”. Mañana está previsto se entregue la
ordenanza modificada a todos los interesados, partidos
políticos, agentes sociales, Ascorce, y empresarios para ver
“si los cambios van en la dirección correcta”.
Entre las modificaciones destaca la ampliación del plazo
para tramitar las licencias, que se incrementa para que
todas las terrazas estén en regla para la próxima temporada.
Además, como ha señalado Román, se incluye la posibilidad de
instalar toldos como ya se encuentran en muchas terrazas
para evitar la humedad o la niebla, características de
Ceuta.
Las terrazas que se ubican cerca de pequeñas calzadas, donde
apenas hay transito de vehículos, también se contemplan en
la nueva normativa, aunque la propuesta fue rechazada en un
primer momento a pesar de las críticas de Caballas. Otro de
los cambios importantes es se produce en el artículo 6, en
el que se especifica que el horario de funcionamiento será
desde las diez de la mañana hasta las veinticuatro horas.
Ahora, se permitirá la apertura a cualquier hora, aunque sí
se mantiene los límites en el cierre. “Hay terrazas donde la
gente desayuna desde las siete de la mañana y no afecta a
los vecinos”, recuerda Román, que hace hincapié en que las
modificaciones “no afectan al espíritu de la norma ni a la
protección del medio ambiente o el respeto a las exigencias
de ruido”. El objetivo, según traslada Román, es que las
terrazas que están funcionando en la actualidad no se vean
obligadas a cerrar. “Hay que considerar a los empresarios
que dan trabajo, pero también se respeta a los vecinos”,
concluye.
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