Tantas alforjas para éste viaje?.
Muchos focos empeñados a última hora en alumbrar el
escenario, tanta aparente luminosidad que casi nos ciega con
la obvia intención de ocultar las zonas de sombra, que son
muchas. ¿Una RAN tongo?. Para los ocho acuerdos bilaterales
alcanzados no hacía falta tanto ruido y la “Declaración de
Rabat” es en sí de lo más vacua e insulsa. Si por otro lado
la economía española puede encontrar un semillero de
oportunidades en Marruecos, la economía marroquí cuyo
crecimiento ya ha bajado al 2,4%, necesita imperiosamente
inversiones de capital y sobre todo movimiento dado que, con
los parámetros del país, la citada tasa de crecimiento
equivale en la práctica a una recesión. ¿Quién entonces
necesita más a quién…? Seamos justos: ambos países y ambas
economías se complementan, esa es la verdad. A medio plazo,
especial interés reviste el anuncio por Rajoy de invitar a
Marruecos como observador privilegiado en la próxima Cumbre
Iberoamericana a celebrar el 16 de noviembre en Cádiz;
América Central y del Sur siguen su expansión y Rabat sabe
bien que una forma de introducirse en el mercado
iberoamericano es de la mano española.
En cuanto a las peculiares actividades, planificadas desde
un despacho y teledirigidas sobre el terreno, del Comité de
Liberación de Ceuta, Melilla y las Islas, quizás es hora de
empezar a hacer algunas consideraciones, retomando la
iniciativa que se dice. Si líneas más arriba advertí que la
Décima RAN pudiera ser un tongo, el citado Comité es un
tongo en sí mismo. Por el momento, ya vendrán más
invitaciones, animo a su portavoz Said Chramti a aportar
públicamente las cuentas, empezando por el magro dinero (la
gente sufre muchas necesidades) con el que mueve a la
mayoría de sus patriotas. Adelante con las cifras. Y con las
complicidades. ¿Por qué solo en Alhucemas permanecen
detenidos dos jóvenes del Movimiento del 20 de Febrero (su
“delito”, manifestarse pacíficamente) y al senador Yahya
Yahya y a su citado “jefe de operaciones” se les permiten
acciones claramente ilegales, como es cerrar con cadenas e
impedir la libre circulación de personas en la frontera de
Melilla. Sin duda que el Comité cuenta con apoyo político y
logístico en Rabat de primer orden, además de disponer de
información privilegiada en el momento más oportuno que solo
puede proceder de ciertos ámbitos, pero no es menos cierto
que el Comité bien pudiera los últimos días haber cruzado
ciertas líneas rojas y en Rabat, según me han confiado,
algunos les estén esperando con la escopeta cargada.
Diferencias tácticas internas, digamos. ¿Apoyo al
independentismo catalán y vasco…? ¡Qué bien!. Animo al
Comité a levantar la bandera del independentismo rifeño, que
por ahí colea y cualquier día salta con fuerza a la
palestra, o la bandera del derecho de los saharauis a la
autodeterminación en el mismo “sur de Marruecos”, utilizando
el novedoso término del ministro García-Margallo para la
región.
También las luminarias de la RAN y los focos manejados por
el Comité, pudieran haber estado desviando la atención de
fuertes tensiones sociales y políticas que están estallando
precisamente estos días. No solo en España, en Marruecos el
descontento se está también corriendo como la pólvora si
bien la gente, con sabio instinto, empieza a separar las
aparentes responsabilidades del gobierno Benkirán y del PJD
(llevan pocos meses y están maniatados, “al menos de una
mano” como explican varios de sus dirigentes), apuntando por
elevación. La llamada paz social empieza a estar en
entredicho, las huelgas campean a su antojo y una buena
parte de los marroquíes (el 46% de la población) afirma sin
empacho la insatisfacción por su estilo de vida. ¿Acaso
Ceuta y Melilla son las “culpables” de ello, señores del
Comité? Bien al contrario, ambas ciudades españoles han sido
una bendición para el norte marroquí, evitando hasta el
momento con su presencia y proyección el estallido de la
región. Y esto no es una opinión, son hechos. En la populosa
Tánger, el infrabarrio de Beni Mekada inflamó el martes la
capital del Estrecho, obligando a las fuerzas de seguridad a
batirse en retirada y al empleo masivo de granadas
lacrimógenas; Beni Mekada, con sus cerca de 300.000
habitantes 52% de los cuales tienen entre 15 y 45 años de
edad, es de hecho un gueto social de exclusión y un
auténtico polvorín, minado por el islamismo radical del
salafismo en competencia con la cara más amable de los
adilistas de Justicia y Espiritualidad. Claro que éstas
cosas supongo que no le interesan al Comité, como tampoco el
recrudecimiento de los disturbios a fuego y sangre en Sidi
Ifni (invito al Comité a visitar la ciudad en solidaridad
con sus hermanos independentistas… saharauis, ¿o es que
acaso Said éstos son menos que tus “hermanos”
independentistas catalanes?), donde paralelamente a Beni
Mekada las fuerzas de seguridad han sido castigadas en
Boulalem, uno de los barrios más pobres de la ciudad, en la
noche del martes al miércoles. Ataques y contraataques,
certeros apedreamientos de la población y cargas con
abundante lanzamiento de granadas lacrimógenas por parte de
las fuerzas de seguridad, cuya comisaría fue asaltada. Sidi
Ifni está militarizado desde la noche del 28 de septiembre,
siendo la situación de alta tensión. ¿Qué Chramti…? ¿Nos
vamos allá a dar un paseo, con tu peculiar Asociación de
Derechos Humanos Gran Rif al frente?. Aunque para empezar a
hacer justicia con el sufrido Rif, puedes empezar a recordar
la historia de las cinco mil personas asesinadas (la inmensa
mayoría civiles, muchas mujeres y niños) tras el desembarco
en Alhucemas, 5 de enero de 1959, de las muy valientes
tropas del Majzén, ya sabes, con el coronel Ufkir al mando y
el príncipe Muley Hassan supervisando las operaciones.
Seguimos otro día. Visto.
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