Hoy, ayer para ustedes, nada más
leer lo publicado en este periódico acerca de cuanto
concierne a la cesión del Murube a la Federación de Fútbol
de Ceuta por 25 años, me he quedado como el lagarto de Jaén;
es decir, inmóvil por el desconcierto o sorpresa que me ha
producido la noticia. Y lo primero que se me ha ocurrido es
transitar la calle, que no entraba en mis planes, con el fin
de sondear la opinión de la gente.
En la calle, a la cual yo suelo adaptarme muy bien, he
notado que la gente anda recelosa con las noticias que le
llegan sobre esa íntima amistad que mantienen el alcalde y
el presidente de la FFC. Amistad tan grande que ha hecho
posible que el alcalde colme de bienes a Antonio García
Gaona. De bienes públicos. Porque la cesión del Murube
lleva consigo el usufructo de otros servicios que acabarán
haciendo más rico a quien dirige los destinos de Viajes
Trujillo.
Viajes Trujillo es una agencia de viajes que ha pasado de
estar al borde de la quiebra a facturar más que ninguna otra
de la ciudad. Debido a que AGG ha sabido ganarse la voluntad
de un alcalde que se bebe los vientos por él.
Qué tendrá, es lo que suele preguntarse la gente, García
Gaona para haber conseguido que el alcalde se rinda a sus
peticiones. Que se muestre con él tan dadivoso. Que lo tenga
en tanta estima como para poner a su disposición la
explotación del Murube y variadas concesiones de mucho
provecho y poco trabajo. Concesiones tan rentables como para
que haga dinero a destajo.
Mi respuesta no se hace esperar. Lo que tiene el presidente
de la FFC es una cara muy dura. Cara de hormigón armado. Y
con esa cara es capaz de soportar todas las críticas que se
le hagan. Que son pocas. Puesto que si no fuera por este
medio el tío estaría viviendo con absoluta tranquilidad la
protección extraordinaria que le dispensa un alcalde que se
está durmiendo en los laureles.
Un alcalde que no quiere darse cuenta de que su relación con
García Gaona está dañando su imagen. Y que, cuando menos lo
espere, va a encontrarse con problemas graves. Tan graves
como para que se le acabe, de una vez por toda, esa imagen
de mirlo blanco de la política que se ha labrado.
En fin, el alcalde todavía está a tiempo de rectificar. De
ponerse en su sitio. De evitar que se diga en los mentideros
que el presidente de la FFC lo tiene cogido por donde más
duele. Lo cual no creo que sea cierto. Y así lo he
manifestado cuantas veces lo he creído oportuno. Que mi
impresión es que el alcalde, persona voluble a rachas, nadie
es perfecto, está pasando por una fase en la cual cree que
García Gaona es el hombre que mejor le entiende. Que mejor
se adapta a su forma de pensar. Y que con él puede conseguir
grandes cosas en el fútbol.
Lo cierto es que las concesiones hechas por el alcalde a
García Gaona han causado cierto revuelo en la ciudad. Han
puesto a la gente en estado de alerta. Y los comentarios se
han disparado en todos los sentidos. Se habla y se habla de
cosas que pueden prender en el ambiente. Debido a que se
viven tiempos muy difíciles.
Este polvorín, que es sin duda alguna la cesión gratuita del
Murube a la FFC por 25 años y otros disfrute, sólo necesita
de estímulo apropiado para que explote. Y no están los
tiempos para que salgan a relucir actuaciones lamentables.
Alcalde: use el sentido común.
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