Hoy día nos encontramos en una sociedad, donde solo con
encender la televisión, echar una ojeada al periódico, o
escuchar la radio, nos trae a diario, noticias llenas de
violencia, guerras, conflictos, etc.
No somos capaces de vivir en paz, armonía, tolerancia, pues
cualquier cosa que nos contrarie, nos altera y parece que
nos estuvieran atacando, aunque sea tan simple como que no
nos den la razón.
Parece que no seamos capaces de recordar, que los
movimientos de desobediencia civil, podrían llevar a cambiar
el mundo, pues así ocurrió en la India de Gandhi, cuando ni
más ni menos se enfrentaba al gran Imperio Británico. Ese
pequeño y humilde señor, que apenas daba imagen de poder y
fortaleza, sino todo lo contrario, resultó ser mucho más
eficaz y convincente para cambiar toda una sociedad y una
clase de castas que perduraba durante siglos en ese país que
tiene extensión de continente.
Hoy queremos recordar los principios que movieron a este
humilde señor a mover conciencias, a luchar sin armas y
cambiar aquello que no le parecía lo correcto. Gandhi tuvo
la oportunidad de pasar a la historia por proponer algo tan
sencillo como es la no-violencia. Seamos conscientes y
analizemos los momentos en que vivimos, donde la actitud
agresiva es la que se impone, donde el más fuerte es el que
más daño puede hacer, y el que mejor habla el que más grita.
Hoy, 2 de octubre, en el 143 aniversario de su nacimiento,
recordamos a ese ‘pequeño’ gran hombre que logró sublevar a
300 millones de indios, que libró a todo un país de sus
cadenas imperialistas y de mentalidades retrogradas,
denigrantes para el ser humano e incluso violentas. Un gran
hombre que quebrantó el imperio británico, iniciando así un
tipo de política humana basada en la no violencia y
convirtiéndose en líder de uno de los movimientos más
poderosos jamás conocido en la historia de la humanidad.
“Todos los placeres y satisfacciones palidecen y se
convierten en nada ante el servicio abnegado que se presta
con alegría. Amar también es un placer”. Fue una de las
muchas premisas que nos dejó a lo largo de una vida dedicada
a los demás. Una frase que deja bien claro que sólo el
servicio a otro ser humano proporciona satisfacción
personal. Hoy en día no muchos aplican esta premisa a su
vida. Gandhi siempre la enarboló en su lucha diaria y eso le
ha convertido en uno de los líderes de masas más carismático
e idolatrado de todos los tiempos.
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