Las tres últimas leyes de presupuestos generales del Estado
han derivado en una enorme disminución de las partidas
presupuestarias de Educación, que ya situaban a nuestro país
por debajo de la media de la OCDE antes de la crisis
económica.
Desde que el Gobierno anterior, acuciado por la crisis,
adoptó las primeras decisiones en el mes de mayo de 2010,
sus principales destinatarios fueron los funcionarios
públicos, y por ende, los docentes, que vieron recortadas
sus retribuciones entre un 5 y un 10 % en una decisión sin
precedentes. Desde la llegada del actual Gobierno, las Leyes
Generales de Presupuestos tanto del Estado como de las CCAA
han ahondado en la política de recortes educativos
reduciendo sus partidas de Educación en un montante superior
a los 6000 millones de euros, afectando esta reducción a
programas educativos y a políticas de personal: merma
retributiva y reducción de efectivos.
El Gobierno vuelve a reducir el presupuesto del Ministerio
de Educación para el año 2013. Además, los nuevos
presupuestos generales del Estado introducen por tercer año
consecutivo otra congelación salarial para los funcionarios
docentes que, sumada a los recortes salariales y laborales
que hemos padecido desde mayo de 2010, a las congelaciones
practicadas en estos dos últimos años y al aumento del IRPF
suponen ya una merma de retribuciones superior al 20% de
media, algo insostenible para los profesores y que vuelve a
situar a la profesión docente entre las más castigadas por
la crisis económica, puesto que a la reducción en las
retribuciones se suma la desaparición de efectivos y la
pérdida de derechos laborales y sociales consolidados
Para ahondar aún más en las dificultades del sistema
educativo, ha desaparecido prácticamente la oferta de empleo
público docente. En los años precedentes, la escasa tasa de
reposición de efectivos 30% y 10%- no secundada en la mayor
parte de las comunidades autónomas, ha originado que no se
convoquen apenas oposiciones docentes. Esta situación vuelve
a repetirse en los presupuestos de 2013, ya por tercer año
consecutivo. La decisión de convocar esta exigua oferta de
empleo del 10% para el próximo año perjudica gravemente a
los titulados universitarios con interés por dedicarse a la
docencia como a los interinos que han visto desaparecer sus
puestos de trabajo como consecuencia de los recortes, y
además no asegura la necesaria renovación de las plantillas
y posibilita la supresión de muchos puestos de trabajo.
La disminución de los presupuestos de educación no solamente
perjudica la labor docente; como efecto más grave aún,
lesiona la calidad de un sistema educativo ya deteriorado,
por lo cual incide gravemente sobre los alumnos y sus
familias, y por ende sobre toda la sociedad. Estos recortes
no contribuyen a la lucha contra el elevado fracaso y
abandono escolar ni a combatir la alta tasa de desempleo de
nuestros jóvenes, que supera ya el 50%.
En esta difícil coyuntura económica y social, ANPE exige al
Gobierno que cese la política de recortes en educación y que
se esfuerce por conseguir un pacto de mínimos que preserve
al sistema educativo de los graves ajustes que se vienen
produciendo con cada nueva ley presupuestaria.
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