LUNES 24.
Yo he jugado muchas veces en Vallecas. Campo difícil. Al que
ni siquiera el paso del tiempo ha podido quitarle la
etiqueta de escenario complicado. El campo del Rayo
Vallecano acoge las voces de los más necesitados y de
quienes creen que la vida no les ha tratado bien. Cierto es
que hubo temporadas en las que el Rayo se nutría de
jugadores del Atlético de Madrid y del Madrid y éstos,
jóvenes futbolistas con enorme futuro, trasladaban sus
buenos modos a las gradas. En Vallecas, temporada 61-62,
marqué yo a Manolo Velázquez y logré que tuviera una
actuación pésima. Lo cual no era moco de pavo en aquel
tiempo. Sentado en cómodo sofá de mi sala de estar, mientras
los jugadores del Madrid tratan de solucionar el partido
contra el equipo vallecano, me da a mí por pensar en tiempos
pasados. Se me viene a la memoria un jugador extraordinario:
Gullón. Jugaba de extremo y siempre me ocasionaba problemas.
Gullón se quedó en el camino. Falleció en un
accidente de tráfico, cuando tenía la edad en la boca y
estaba destinado a ser una figura del fútbol español.
Pérdida que yo lloré en su momento.
Martes. 25
Tres de la tarde. Llego a Pedro´s con Luis Parrilla.
Con quien suelo compartir aperitivo los martes. Y nos
encontramos con Juan Lopera, Paco Martín
Cabello y Enrique Salido Valle. Y nos ponemos a
pegar la hebra. Y a fe que nos cunde la conversación.
Miramos hacia atrás y nos recreamos en situaciones vividas.
Y, claro, surge la voz de Lopera, con la autoridad que le
conceden sus conocimientos. Y los dos nos enfrascamos en
contar anécdotas que despiertan el interés de los reunidos.
Salen a relucir los años en los que yo regentaba el Pub
Tokio. El buen ambiente que se vivía en un local donde no
tenían cabida quienes metían la pata. Tampoco se nos quedó
en el tintero algo acerca de la inauguración de la Comisaría
de la plaza de Colón. Y a mí me dio por recordar la
celebración habida. Consistió ella en el ofrecimiento de un
vino español en el Hotel La Muralla. Y a mí me tocó
compartir corrillo con Elisa Beni, directora de ‘El
Faro’, entonces, con Rosino, Comisario, y con
Fernando Rodríguez. Por cierto, me intereso por Fernando
y Lopera me dice que está muy bien. De lo cual me alegro
muchísimo. Pues con FR siempre tuve unas relaciones
magníficas. Unas relaciones que fueron de menos a más y que
me dejaron un grato recuerdo. En fin, que la charla, que
duró una hora más o menos, nos sirvió para que la risa
aflorara a cada paso. Hemos acordado reunirnos otro día.
Miércoles. 26
Llueve a prima mañana. Así que decido aplazar mi caminata,
mientras mi perro da pruebas palpables de impaciencia. Ya
que le encanta mojarse. Aprovecho una escampada, y allá que
decido hacerme la hora y media de marcha. Lo habitual en mí,
si el tiempo o cualquier otro motivo no me lo impiden.
Llegado a la altura del edificio de la aduana portuaria, me
encuentro con alguien a quien conozco desde hace la tira de
tiempo. Persona que nunca me ha defraudado en ningún
sentido. Y me paro con ella. Y lo primero que hace es
decirme que acaba de leer la columna que le he dedicado a la
insoportable respuesta que le dio el consejero de Deportes a
José Antonio Carracao, cuando éste le preguntó en el
pleno acerca de por qué no se publicó en el BOCCE la
modificación de los estatutos y del Reglamento General de la
FFC, que se aprobó en la Asamblea General de este organismo
en el año 2009. Y que a él también le pareció absurda la
contestación dada por Premi Mirchandani. De quien me
dice que tiene muy buen concepto. Yo también tengo el mejor
concepto de Premi Mirchandani, le digo a ese alguien que me
para y se pone a charlar conmigo. Es más, de no haber sido
por esa actuación en el pleno ni siquiera se me habría
ocurrido mencionar a PM. Una actuación absurda que no le ha
beneficiado en absoluto. Por más que el consejero se limite
a cumplir las órdenes que recibe. Ahora bien, lo malo de
Premi es que, tras pegar semejante petardo, tuvo la infeliz
idea de reunirse con Antonio García Gaona para
prometerle fidelidad a la causa. A la causa de García Gaona.
Que no es solamente la de salir ileso de las irregularidades
cometidas hasta ahora sino la de continuar haciendo en la
FFC de su capa un sayo con los dineros públicos. Dicho lo
dicho, nos despedimos.
Jueves. 27
Tal y como prometí en la columna de la contraportada,
titulada ‘”Los miedos de Rajoy”, el jueves pasado, enumero
aquí las mejores expresiones de Eduardo García Serrano,
periodista y escritor, contertulio habitual de Intereconomía
TV y que ha sido nombrado director de La Gaceta. Expresiones
que jamás perderán su condición de “joyas insuperables”.
Vamos con ellas –publicadas, todo hay que decirlo, en el Ojo
Izquierdo, sección que firma José María Izquierdo-:
“La consejera de Sanidad catalana María Geli es una
‘zorra repugnante’, una ‘guarra’ y ‘una puerca’ que está
fabricando degenerados”. Días después pidió disculpas
“porque soy hombre y católico”; “Los sindicalistas son
fulanas bien pagadas”; “El maricón de Zerolo” y la
“maricona vieja” de Antonio Gala, a quien imagina “en
Chueca, acariciando efebos”; “Yo sólo digo una cosa, si
alguien viola a mi madre, yo no voy a salir corriendo a
avisar a la policía de que están violando a mi madre.
Actuaré en consecuencia. Y están violando a la santa madre
iglesia, que yo, que soy católico, es mi madre. Hay momentos
en que actuar con determinada gallardía evita…”; “La semana
que viene empieza la Semana Santa. Cristo fue condenado a
muerte a través de un plebiscito popular, a través de las
urnas. ¿A quién queréis a Barrabás o a Jesús de
Nazaret? Y el pueblo votó a Barrabás. Los votos no
legitiman moralmente nada. Son votos. Las urnas no legitiman
moralmente nada”. Y sigue…
Viernes. 28
Muy de mañana me entero de que hoy se le va a rendir el
tercer homenaje a Ramón Grosso. Que el estadio de
Navalcarbón de Las Rozas acogerá el partido entre los
‘Amigos de Fernando Hierro y los de Chendo’.
Ni que decir tiene que se vestirán de corto jugadores
legendarios del Madrid. Pero a mí se me viene a la memoria
un partido que jugó Grosso con el Plus Ultra en Cuenca. Lo
hizo actuando como delantero centro. Merodeando el área del
equipo en el cual yo jugaba en una tarde muy fría de enero
de la temporada 63-64. Ganó la Unión Balompédica Conquense
por un tanto a cero. Y al día siguiente, los periódicos de
Madrid daban la noticia: Grosso ha sido cedido por el Madrid
al Atlético. Ocupaba el equipo rojiblanco una posición de
descenso en la clasificación. Y la llegada de Grosso fue
milagrosa: logró goles decisivos que hicieron posible que
los colchoneros salvaran la categoría. La temporada
siguiente, Miguel Muñoz reclamó a Grosso. Y éste,
enorme jugador, se adaptó con celeridad a tratar por todos
los medios que no se echara de menos a Di Stéfano. Lo
que parecía una misión imposible se convirtió en algo digno
de encomio. Jugar como delantero centro falso, supo hacerlo
Ramón Grosso como nadie más lo ha hecho hasta el momento. El
fútbol lo cambió don Alfredo. Y tuvo continuidad con RG.
Sábado. 29
Gaspar Zarrías, diputado del Partido Socialista, pasó
por Ceuta y dijo que hubo una época en la cual “La Ciudad
Autónoma era la cueva de Alí Babá”. Y hasta recordó que fue
el presidente del Tribunal de Cuentas el que se echó las
manos a la cabeza, en su día, cuando comprobó las más que
posibles actuaciones ilícitas penales asumidas por el
gobierno local. Lo dicho por GZ consiguió sacar de sus
casillas al portavoz del Gobierno, Guillermo Martínez.
Quien salió en tromba a defender lo indefendible. Y, claro,
no dudó en decirnos que el señor Zarrías estaba
deslegitimado para dar lecciones de nada. Vamos, que
calladito hubiera estado más guapo. Tampoco se olvidó de
José Antonio Carracao, secretario general de los socialistas
de Ceuta, a quien se la tienen jurada los populares desde
que denunció las malas andanzas de Antonio García Gaona
al frente de la Federación de Fútbol de Ceuta. De hecho, le
han dado la misión a Juan Luis Aróstegui, en su
condición de conchabado con Juan Vivas, para que vaya
propalando lo bueno y honrado que es García Gaona y que su
incompatibilidad para seguir siendo presidente va a ser
subsanada por los servicios jurídicos en un amén. Y, por
encima de todo, no tiene el menor pudor en airear que el
pobre de García Gaona se está llevando todas las patadas en
el culo que no nos atrevemos a darle al alcalde. Lo que no
dijo nuestro Lawrence de Arabia (Aróstegui), en su última
aparición televisada, es que este periódico viene
denunciando desde hace muchos años que la FFC tiene unos
libros de contabilidad que bien podrían ser exhibidos en
museo dedicado a Patio de Monipodio.
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