Desde siempre he sido acérrimo
defensor de los miembros de la seguridad de mi país y he
creído, además de que sigo creyendo, que sin ellos la calle
sería un caos, desde por la mañana hasta por la noche.
Sin embargo, aquí como en todos los gremios y en todas las
profesiones, puede aparecer algún garbanzo negro que pone en
duda la valía de estos miembros y coloca en entredicho a
todos los demás.
Viene esto a cuento cuando veo en la prensa local de ayer
que la UIR se muestra en el punto de mira en el momento en
el que el Ministerio Fiscal y la Acusación Particular, en el
juicio “Susi frente a la Policía local”, en la lectura de lo
que serán sus conclusiones definitivas, dicen que los
agentes se pasaron, se extralimitaron en la actuación que se
llevó a cabo en los almacenes Susi.
El asunto no es de ayer, hay que retrotraerse al mes de mayo
de hace ya dos años.
En el banquillo aparecen dos partes, por un lado cuatro
miembros de la UIR a los que se acusa de lesionar a dos
personas y enfrente las dos personas en cuestión a los que
se quería acusar de atentar contra la Policía.
Hasta ahora, pues, hay dos partes que coinciden en sus
apreciaciones, el Ministerio Fiscal y la Acusación, ésta
pide cárcel por lesiones contra cuatro policías locales.
En definitiva la Policía en el punto débil.
Pero los problemas con y para la Policía no quedan aquí,
cuando vemos que “condenan a dos policías locales por
lesionar a un hombre y denunciarlo en falso”.
Aquí sí estamos tocando la inseguridad, si es que hay
agentes que debieran ser del orden y se dedican a esas otras
cosas, que en nada tienen contacto con el orden como tal.
En la condena, parece que aceptada por los propios agentes
de la Policía Local, ambos policías pagarán 3900€ por dos
faltas, además de indemnizar a la víctima, que estuvo a
punto de ir durante dos años a la cárcel por una denuncia
falsa de los agentes policiales.
Aquí sí estamos en constante peligro, porque habrá que tener
unas pruebas muy concluyentes para romper las apreciaciones,
en este caso falsas, de los agentes del orden.
A estos dos agentes de la Policía Local no les quedaba otra
solución, han mostrado conformidad en la Audiencia
Provincial de Cádiz, Sección Sexta de Ceuta, con la pena
solicitada por el Ministerio Fiscal.
Ambos han sido condenados por incurrir en dos faltas, una
primera de lesiones y otra más de denuncia falsa.
Incomprensible, pero así ha sido.
Ahora ya el denunciante podrá dormir tranquilo, puesto que
incluso siendo inocente ha estado a punto de ser encarcelado
por un par de años, basándose en un delito de atentado y
resistencia a la autoridad, hechos que no se habían dado, en
absoluto.
Los agentes, en este caso, fueron cogidos en sus propias
redes y, cuando aceptaron la pena que solicitaba el fiscal
reconocieron que habían mentido, además de no haberse
limitado a cumplir con la misión que tenían encomendada.
Llegados a este punto ¿Así se restablece la seguridad?.
Según se mire, pero los dos casos que hemos analizado y que
son de aquí, de Ceuta, nos dicen que hay más problemas de la
cuenta en los que personas del orden están implicadas.
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