CSI-F, sindicato mayoritario en las Administraciones
Públicas, manifestó ayer a través de un comunicado de prensa
su rechazo al proyecto de Presupuestos Generales del Estado
para 2013, porque supondrá una nueva pérdida de poder
adquisitivo para el colectivo de empleados públicos y el
empeoramiento de la calidad de los servicios que reciben los
ciudadanos.
La Secretaría de Estado de Administraciones Públicas informó
que el próximo año volverán a congelarse las retribuciones
de los empleados públicos y se mantendrá a cero la tasa de
reposición del personal que se jubile, salvo en los
servicios esenciales (Sanidad, Educación y Sanidad), que
podrán tener una tasa de hasta el 10 por ciento. De esta
manera, tampoco están garantizados los servicios básicos,
puesto que da margen a las administraciones a establecer una
tasa de reposición menor. “Esto se traducirá en menos
médicos, menos maestros, menos bomberos, menos policías y en
definitiva una peor calidad de los servicios públicos”.
La Secretaría de Estado informó que los empleados públicos
volverán a recibir las pagas extras el próximo año, aunque
no aportó garantías para recuperar la paga que se dejará de
percibir en el mes de diciembre. CSI-F considera que las
cuentas para el próximo año vuelven a colocar a los
empleados públicos en la posición de “paganos de la crisis”,
que ya llevan arrastrada una pérdida del poder adquisitivo
de más del 30 por ciento, junto a los recortes en su paga
extra, la cobertura por incapacidad temporal, los días de
libre disposición y de manera generalizada.
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