Antonio García Gaona está
acorralado porque se ha metido en un lío. El presidente de
la Federación de Fútbol de Ceuta debería dimitir cuanto
antes para no seguir comprometiendo al alcalde. Quien está
arriesgando muchísimo para salvar a una persona cuya gestión
es reprochable en todos los sentidos.
La situación del presidente de la FFC se ha agravado con la
respuesta dada por el consejero de Deportes, Premi
Mirchandani, a la pregunta hecha por José Antonio
Carracao en el pleno: ¿Por qué no se publicó en el BOCCE
la modificación de los estatutos y del Reglamento General de
la FFC, que se aprobó en la Asamblea General de este
organismo en el año 2009?
Modificación adoptada para conseguir que el presidente
pudiera seguir facturando y obtener beneficios con todo lo
concerniente al fútbol. La mejor forma de eludir la
incompatibilidad que tiene García Gaona de lucrarse con
dineros relacionados con actividades futbolísticas.
García Gaona está en su perfecto derecho de hacer todo lo
posible para salir ileso de una situación grave, muy grave,
por haber cometido todos los yerros habidos y por haber. Le
ha cegado la ambición y ha perdido el oremus. Está, pues,
viviendo un momento donde lo más acertado es que se dé el
piro. Que abandone el cargo antes de verse sometido a una
presión que le sería insoportable.
Insoportable es la respuesta dada por Premi Mirchandani,
consejero de Deportes, a la pregunta del secretario general
de los socialistas, relacionada con el cambio del artículo 9
de los estatutos de la FFC en 2009. Mirchandani alega un
error material. Y que espera subsanarlo cuando reciba los
informes jurídicos que ha pedido.
Premi Mirchandani es muy bondadoso. En principio, porque la
forma de actuar del presidente de la FFC se viene publicando
desde hace muchos meses. Incluso años. Y los distintos
consejeros han optado por hacerse los suecos durante todo
ese tiempo. Y lo peor es que ha recurrido al error material.
Excusa que nadie puede creerse. Actualmente, la persona más
tonta hace relojes.
A mí me cae la mar de bien Mirchandani, a pesar de que no he
tenido con él relaciones fluidas, pero ello no obsta para
que le diga que estoy en total desacuerdo con la respuesta
que le ha dado a José Antonio Carracao. La respuesta ideal
hubiera sido reconocer que el presidente de la FFC está
inmerso en un error de hecho o de derecho. Uno incongruente
y otro ilegítimo. Y ambos con fuerza suficiente para que
García Gaona dimita de su cargo a la mayor brevedad. Cuanto
antes. Para que su imagen no siga deteriorándose. Puesto que
en la calle se habla ya del presidente de la FFC como si
fuera lo que no es todavía.
Tampoco es conveniente que Premi Mirchandani, ciudadano que
ha sabido ganarse un prestigio considerable y un afecto
indudable en la ciudad, acuda a la llamada de García Gaona
para que éste le caliente la sesera y le haga dudar de cómo
debe comportarse. No es el camino que, como consejero, debe
seguir.
Por todo ello, y con el debido respeto que aún le tengo al
consejero, le recomiendo que ponga sus ideas en orden y vea
con claridad el problema que el presidente de la FFC le ha
creado al Gobierno local. Lo que sería injusto es que
Mirchandani, consejero de Deportes y con bien ganada fama de
persona válida, se tenga que comer un marrón que le puede
dañar su buena imagen. Esa que tanto cuesta adquirir y que
se puede perder en un santiamén.
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