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OPINIÓN - MARTES, 25 DE SEPTIEMBRE DE 2012

 
OPINIÓN / ANALISIS

Partido Popular & Caballas, un acercamiento sospechoso

Por Ricardo S.


La intervención de Juan Luis Aróstegui ayer durante su intervención en el punto referido a la reforma tributaria es para enmarcar y digna del mayor ejercicio de metamorfosis política. Quien otrora fuera el látigo del Gobierno, con ocasión de la carga impositiva del “recibo único” (agua, basura y alcantarillado), quien se ha batido en críticas con la presión fiscal del Gobierno Vivas y se ha enfrentado a Francisco Márquez sin concesiones, ayer parecía el Consejero de Economía y Hacienda, exponiendo con mayor énfasis que Guillermo Martínez una defensa de los impuestos, que le hacían parecer el gran truhan de la política local.

Este arte de jugar con los conceptos, con las palabras y con defender lo que en otro momento le resultaba indefendible, le definen políticamente. En muchas ocasiones, el propio Guillermo Martínez y Francisco Márquez le han fustigado: “Usted es capaz de defender una cosa y la contraria”. Pues amigos, ayer lo demostró.

Junto a él, en el escaño de al lado, Mohamed Alí, suponemos que no saldría de su asombro al comprobar la defensa a ultranza del equipo de Gobierno por parte de Aróstegui: “Que nadie cuente –dijo-, con Caballas para perjudicar la institución con ánimo de deteriorar al Gobierno”. Esta transmutación es más fuerte que el milagro de Lourdes llevado al ámbito político.

“No se puede concebir un sistema político sin un sistema impositivo”, “no es mejor gobernante quien menos impuestos sube”, “hay que reivindicar los impuestos que hacen la sociedad equilibrada”. Todas son una serie de perlas que llenarían de gozo a Juan Vivas y que dejó un halo de crítica, cuando José Antonio Carracao, deslizó una frase: “Colapso de la Administración con colocaciones pactadas”.

Este cambio de Caballas apoyando al Gobierno no se lo cree nadie, medianamente al loro de la situación. El discurrir del tiempo nos dirá si es por plegarse el Ejecutivo de Vivas a subir los impuestos en el centro y ser tolerante en las barriadas que le interesan a Caballas, olvidando que en el centro también viven pensionistas y gente de recursos limitados. O podremos ver este apoyo, quien sabe, si en los próximos Planes de Empleo donde Caballas siempre están vigilantes para ver quien se coloca y quien no, o podrá valorarse este apoyo a la subida de impuestos en seguir alguna “recomendación” de la coalición.

Dicen que, entre el cielo y la tierra no hay nada oculto y, el tiempo, deja a cada uno en su sitio: a los transformistas, a los de la metamorfosis política, a los que se cambian de chaqueta y quienes dan una de cal y otra de arena, según le va el baile en la feria que montan.

La “pinza” que presenciamos ayer Caballas-PP fue calificada, para la coalición de “vergüenza” por más de uno que, a través de las nuevas tecnologías enviaba mensajes. Está claro que para Caballas, la presión fiscal no han de soportarla todos los ciudadanos sino aquellos que ellos deciden. Por el momento, hemos asistido a un ejercicio de strip-tease político sin ningún recato y con las cámaras de televisión en directo como testigos para meter en sus casas una escena que pasará a los anales de la historia política en materia de Plenos: cómo Aróstegui es capaz de hacer una defensa a ultranza de una subida de impuestos. Los más “peperos” reian de gozo y guardan la escena para venideras situaciones donde Aróstegui no sea tan cómplice. El tiempo dirá si hubo o no algún precio por tal comportamiento. De momento, fue rocambolesco, atípico, inusual, extraño y, desde luego, patético.
 

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