Hoy, sin lugar a dudas, hay dos
problemas claves en España que quitan el sueño y la
tranquilidad a todos, la casta política y la economía.
Puestos a ver cual es más problemático yo me atrevería a
decir que crea más problemas la casta política, una gente,
más bien gentuza, que no pasa un día sin que creen algún
problema, un poco más grande que el de el día anterior.
Y es que los asuntos económicos llegarán a solucionarse,
pero los que no van a saber actuar con vergüenza, nunca,
serán los políticos, quienes una vez asentados en sus
poltronas no se ausentan de ellas ni aunque les eches agua
hirviendo.
Y antes de seguir adelante, con el tema que vamos a abordar
hoy, tengo que decir que en esa casta política coloco a
miembros del PP, como podría ser, sin ir más lejos, el
presidente de la Diputación provincial de Ávila, o al
alcalde de Orense del PSOE, aunque en este caso uno haya
sido detenido y el otro siga en su cargo con el coche
oficial día y noche, sin más.
He citado a uno del PP y a otro del PSOE, sin contar para
nada con los nacionalistas, que estos días nos traen de
cabeza.
En esta ocasión, lo que más me ha llamado la atención es la
detención del alcalde de Orense, dicen que por un supuesto
delito de tráfico de influencias. Una más, en este caso se
trata de uno del PSOE.
Lo que queda claro es que estos “satélites” que se han
buscado su forma de vivir a costa de la política, unos de
ellos viven, como el mismísimo Dios, llevándose lo que es
suyo y, a veces, más que eso. Mientras que otros lo que
hacen es vivir a costa de esos políticos, con lo que las
amistades se fraguan de por vida, pero siempre a costa de lo
que no es suyo.
El alcalde de Orense, menos mal, perteneciente al PSOE, fue
detenido el pasado jueves, por la mañana, por agentes del
Servicio de Vigilancia Aduanera y fue trasladado, de
inmediato, en un vehículo policial hasta Pontevedra.
La cosa no se debió de ver como algo de poca monta, por la
rapidez con que se llevó a cabo la operación, en la que se
acusaba al señor alcalde de tráfico de influencias,
alzamiento de bienes y blanqueo de capitales.
En definitiva, que el “angelito” es acusado de casi todo,
salvo de haber sido el que mató a Manolete.
Y el pájaro no parece que estuviera solo, por cuanto en esa
misma operación fue, también, detenido un funcionario del
servicio de contratación del Ayuntamiento de Santiago de
Compostela.
Orense quedó, durante unas horas, descabezada, hasta que la
teniente de alcalde, una nacionalista, asumió el cargo en
funciones, tras una reunión de urgencia de la corporación
municipal.
Y como “entre bomberos no se pueden pisar la manguera”, la
nueva alcaldesa, provisional, lo primero que hizo fue pedir
tranquilidad a los ciudadanos de Orense, al no tener ella
ningún tipo de constancia de la operación que se había
llevado a cabo.
Le acababa de caer una más al PSOE y tenía que reaccionar de
alguna manera, especialmente porque había quien creía que
tendría algo que ver con la “operación Campeón” y así el
secretario general del PS de G, en las primeras
declaraciones decía que “confiamos plenamente en la Justicia
y plenamente en el alcalde de Orense”.
Expectación, dudas y más de una preocupación vuelven a
aparecer en el mundo político, porque aquí no era un
cualquiera el detenido, sino el alcalde de una ciudad de
importancia como es Orense.
Y como la risa anda a barrios, casi al mismo tiempo, otro
alcalde, este del PP y de un pueblo de La Coruña parece que
corrió la misma suerte que el de Orense.
Lo que hemos dicho, aquí nadie puede tirar en cara al
adversario nada, son casi todos del mismo “trapío”. Mal que
les pese.
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