La Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Ceuta celebró
ayer el acto más importante de todos los programados con
motivo del XXV Aniversario de la fundación de la cofradía
ceutí, su Misa Pontifical y su salida extraordinaria por las
céntricas calles de la ciudad. Desde las 21.30 horas y hasta
pasadas la una de la madrugada, la Blanca Paloma celebró su
aniversario con los ceutíes, que la arroparon durante el
recorrido.
Ceuta se transformó ayer durante unas horas en la pequeña
aldea de ‘El Rocío’ para festejar con la Blanca Paloma su
XXV anivaersario en tierras caballas.
Pocos después de las 20.00 horas, una vez que todas las
autoridades accedían al interior del Santuario de Nuestra
Señora de África, daba comienzo la Solemne Misa, la cual fue
oficiada por el párroco de San Juan de Dios, el padre
Francisco Jesús Fernández Alcedo.
El templo se quedaba pequeño para albergar a las decenas de
ceutíes, rocieros o no, que querían compartir con la Blanca
Paloma este momento tan especial y arroparla en la
celebración de sus 25 años en la ciudad.
Con el típico aire rociero que sólo esta hermandad ceutí
sabe transmitir, se celebró la Eucaristía. Poco a poco los
aledaños de la Plaza de África aglutinaba a más ceutíes que
no querían perderse la salida de la imagen de Nuestra Señora
del Rocío desde el Santuario de la Patrona.
La presencia de cinco jinetes con sus respectivos caballos,
anunciaba que ya quedaba poco para ver a la Reina de las
Marismas, recorrer las céntricas calles de la ciudad. Y así
fue, alrededor de las 21.30 horas, las puertas del templo se
abrían para que la extensa comitiva, integrada por piteros,
rocieros, hermandades, mantillas, autoridades, abriera
camino al paso en el que se encontraba ayer entronizada la
Blanca Paloma y su Divino Pastorcillo.
Poco a poco, con mimo y elegancia, la imagen de Nuestra
Señora del Rocío avanzaba por el interior del templo
mientras la Asociación Cultural Banda de Música Ciudad de
Ceuta intentaba entonar la Salve Rociera.
Javier Pérez, ayudado por Alejandro Catarecha y Rafael López
García de Vinuesa, fue el encargado de guiar a la cuadrilla
de costaleros por el largo itinerario fijado. Plaza de
Africa, calle Jaúdenes, Colón, Cervantes, Batriz de Silva,
plaza de los Reyes, calle Real, Revellin, Constitucion, Gran
Vía, jadines de la plaza de África, calle Luis López de
Anglada y nuevamente al Santuario de Africa.
Bonitas estampas pudieron observarse durante el itinerario
de esta procesión que tardará en volver a repetirse, pero
que hizo sentir a los ceutíes el calor rociero de una
hermandad que ido creciendo y que en los últimos años ha
demostrado claridad en sus ideas, y que gracias a ello se ha
ido ganando poco a poco el respeto y el cariño, no sólo de
los ceutíes sino también de la hermandad matriz de Almonte.
Tras la procesión de ayer, la junta de gobierno todavía
tiene por delante varias actividades. Entre ellas se
encuentra el traslado que esta noche, una vez finalice la
solemne misa, se realice desde el Santuario de África hasta
la Parroquia de Santa Teresa. Además, el próximo viernes,
alrededor de 90 rocieros partirán hasta la aldea de ‘El
Rocío’ para participar en la tradicional Misa Anual.
También se ha recordado desde la hermandad que la exposición
inaugurada hace varias semanas con motivo del XXV
aniversario de la fundación de la cofradía, afronta su recta
final y que todavía puede ser visitada en el Museo del
Revellín hasta el próximo día 30.
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