Y pasando, en medio del camino,
por Córdoba, las dos Copas de Europa y la del Mundo se han
dado un paseo, hasta estas tierras del otro lado del
estrecho.
La Federación Española de Fútbol, que cada vez quiere saber
menos de los organismos oficiales, y que incluso rechaza las
subvenciones, se basta y se sobra, por sí misma, para sacar
dinero con lo que sufragarse los gastos a lo largo del año.
No está mal, en eso ha dado toda una lección a todos, cuando
ha renunciado a esas subvenciones, con lo que tendrá que dar
menos, muchas menos, cuentas, a todos, de lo que gasta y de
cómo lo gasta.
Porque un gasto, aunque sea de menos monta, es este trajín
que se traen con las Copas de Europa y del Mundo,
llevándolas de un sitio para otro.
No sé, no lo creo, que los lugares a donde llegan esos
trofeos tengan que pagar por ello, pues de tener que hacer
un fuerte desembolso, difícilmente un pueblecito como
Navalacruz, con escasamente doscientos habitantes, hubiera
podido “pasar por taquilla” y pagar esos gastos.
Bien es cierto que Navalacruz venía avalada por Iker
Casillas, al ser de allí sus padres y la Federación no podía
decir no a una petición del capitán de la Selección
Española.
Córdoba, que es por donde pasaron estas tres copas, antes de
llegar a Ceuta, por ahora, no tiene a nadie en la Selección
y Ceuta otro tanto de lo mismo.
La publicidad, a través de esos tres trofeos, que viene
haciendo y haciéndose la Federación, puede incluso ayudar a
tapar los malos momentos que algunos amigos suyos estén
pasando en algún lugar y, en este caso, más que nunca, el
traer a nuestra ciudad esos trofeos es echar un capotazo al
presidente de la propia Federación de Ceuta, que no está en
su mejor momento, o eso parece.
Y dejando de lado las amistades y esos favores a los amigos,
tantos días estos trofeos en Ceuta, al menos aquí, también
le dan unos cuantos euros a quienes se saben montar esto
como negociejo, colocándose cámara de fotos en ristre,
tirando fotos al nene, al padre de la criatura, al abuelo y
a la prima, para luego cobrarle tres, cuatro o cinco euros
por cada foto junto a los trofeos que colocarán todos los de
la familia, en el lugar que más se vea de la casa.
Mirándolo bien, es un espectáculo al que nadie hace ascos,
es algo que no pasa desapercibido a casi nadie y el hecho de
que al final del recorrido por Ceuta hayan sido dos, tres o
cinco mil personas las que hayan pasado por el estrado,
indica que era de interés para todos, y muy especialmente
para la Ciudad.
Hoy viernes las dos Copas de Europa y la Copa del Mundo
dirán adiós a Ceuta. No sé si volverán más por aquí, porque
es más que dudoso de que el próximo mundial, el de 2014
también caiga del lado español, pero caiga para un lado o
caiga para la parte contraria, desde Ceuta o desde
Navalacruz, tras esta visita se va a poder decir, y por
mucho tiempo:”Nosotros ya lo tuvimos en nuestras tierras,
por lo tanto, que nos quiten lo bailao”.
Así ha estado la situación, con padrino o sin él, en Ceuta
estuvieron los tres trofeos más valiosos que ha logrado, en
toda su historia el equipo nacional.
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