Por otra parte es lógico que las
centrales sindicales que han sido las grandes
“subvencionadas” por los sucesivos Gobiernos, estén
especialmente agobiadas con la austeridad y los recortes. Es
normal. Saben que les van a “recortar a ellos” a poner a
trabajar a los “liberados” y a controlar los dineros con
lupa. Lógico y humano que calienten a los trabajadores para
que se manifiesten y que a la pasada manifestación de Madrid
llegaran autobuses de toda España llenos de “espontáneos” a
gastos pagados para manifestarse precisamente “contra” el
Gobierno del que quieren seguir chupando como sanguijuelas
(¡Glup, glup! Hummm… ¡Qué subvenciones tan sabrosonas!).
También es natural que quienes viven de ejercer el
sindicalismo estén a la desesperada y que no ahorren en
recursos para “movilizar” a ver si el Gobierno del PP se
acojona y les tapa la boca con la estrategia de Zapatero
mientras España se iba al garete y se centuplicaban los
parados. No hay nada mejor para cerrar la boca de los
grandes líderes sindicales que tapársela con un buen puñado
de billetes, entonces se quedan calladitos como los propios
ángeles de Dios. Y de Ceuta también partieron los
manifestantes “espontáneos” les pagaron los billetes del
barco, del autobús y una noche en un hotelito de Málaga, sin
grandes pretensiones, un viaje a Madrid que voy que vengo
todo pagado y hecho con mucha maldad, porque más de uno nos
hubiéramos apuntado para ir a Madrid gratis, eso sí, mis
amistades que querían acudir y servidora nos hubiéramos
escaqueado para alargarnos al Museo Romántico que es uno de
los más encantadores de la capital y luego a pasearnos por
el Retiro y tomarnos una horchata de chufas en una
terracita, pendientes del móvil al que nos avisaría nuestro
cómplice para volver a unirnos a la manifestación ya
disuelta a la hora de tomar el autobús de vuelta.
Acudir a la “manifa” ni como espectadores por razones éticas
y morales. En esos actos sindicalistas se ondean las
banderas rojas y la republicana cuyo listón morado está
teñido con la sangre de los 100.000 católicos asesinados por
los perros de la II República. Ondear esa siniestra insignia
es un puro delito contra los sentimientos religiosos de los
creyentes, porque es símbolo ateo de muerte y destrucción. Y
las banderas rojas no les voy a decir lo que significan, se
lo preguntan ustedes a los millones de víctimas asesinadas
por Stalin. La gente decente no acude a lugares donde se
ondean banderas de sangre y de muerte.
Por eso viaje gratis sí pero manifestación no. Puro
resarcimiento y viajar con nuestro propio dinero ya que los
fondos de los sindicatos proceden del Gobierno y los fondos
del Gobierno están empapaditos del sudor, las fatigas, las
dificultades y el trabajo de los españoles. ¿Y no les da
vergüenza a los sindicatos gastarse miles y miles de euros
en fletar autobuses para “enjaretar” una manifestación
contra “los recortes” por pura angustia de que les cierren a
ellos el grifo? No. No les da vergüenza, porque el dinero
que tienen no lo han trabajado, son “subvenciones” y encima
no les echan las cuentas. De ahí que era legítimo el
apuntarse a la excursión y ejercer un poquito de
“chupópteros”. ¿Se figuran el júbilo de los Bancos de
Alimentos si el presupuesto que se “han fundido” en
autobuses fletados para Madrid lo hubieran donado para
comida? Pero los pobres no les dan a los sindicatos de
comer, ya dijo Sócrates aquello de que “el hambre es puta y
ladrona” y quien les da a los sindicalistas de comer es el
Gobierno, de ahí que le echen pulsos. Y se los seguirán
echando hasta que no se actúe para aclarar ante el pueblo
español hasta el último céntimo que han recibido en los
últimos ocho años y en qué se lo han gastado. Entonces, ya
veremos.
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