No es mal sitio para pasar un día,
una semana o el tiempo que uno quiera, naturalmente,
pagándose de su propio bolsillo el viaje, cosa que no sé si
habrán hecho así esas decenas de delegados sindicales,
pertenecientes a UGT y a CCOO, el sábado al ir a participar
en una de tantas movilizaciones como se están preparando, de
ahora en adelante.
En torno a 70 delegados de los dos sindicatos de clase se
fueron a “los madriles”, el viernes, para estar a tiempo y a
la hora prevista en la Plaza de Colón.
El viaje, pues, no era para visitar museos, algo que les
debe ir ancho a la mayor parte de los sindicalistas, ni para
ir de compras al Corte Inglés, sino para participar en esa
movilización, en protesta por los recortes sociales y
laborales.
Y es que hay que hacer bulto como sea, para no hacer el
ridículo de que la movilización pueda ser trasladada, toda
ella, en un microbús.
Y lo más sorprendente de todo esto es que los organizadores
convocantes de este acto, y los que vendrán luego,
cuestionan la legitimidad del Gobierno para imponer unas
medidas que no formaban parte de su programa de gobierno.
¡¡Qué demagogos!!. El Gobierno merece mil reproches, eso es
cierto, pero la legitimidad la ha obtenido en las urnas y
para eso volverán otras elecciones en su día y los que no
queramos, yo por ejemplo, no votaremos si encabeza esa misma
candidatura el actual presidente del Gobierno, pero de ahí a
la exigencia de un referéndum en el que los ciudadanos
expresen su opinión al respecto va un abismo.
¿Un referéndum para qué?. Si fuera para quitar las
subvenciones a los sindicatos yo sería el primero en
solicitarlo, pero si es para armar alboroto que es lo que
más hacen los sindicatos de clase, no lograrán absurdas
peticiones, ni ahora, ni más adelante.
Esos 70 o los representantes sindicales que fueran a Madrid
sería bueno y muy potable que se hubieran pagado, cada uno,
el viaje y la estancia con su propio dinero, pero si han ido
pagados con el dinero del sindicato, que en su mayor parte
es de la subvención que les da el Gobierno, lo mejor es que
se hubieran quedado en casa, porque parte de ese dinero nos
corresponde a todos los que pagamos impuestos, a mí por
ejemplo.
Y no quiero defender al Gobierno, que a mí, también, me ha
decepcionado, pero lo que me extraña es que los sindicatos
se crean todas las promesas que hacen los políticos, o ellos
mismos, en la época de elecciones.
El profesor Tierno Galván, que no era precisamente de
derechas, del que tuve la suerte de ser alumno, hace casi 50
años, sostenía y creo que acertadamente que las promesas
electorales se hacen para no cumplirse, y eso lo sabemos
todos, tras haber soportado gobiernos de UCD, PSOE y PP,
unas veces con simples mayorías y otras con mayorías
absolutas, auténticos rodillos, que hicieron lo que a cada
uno de esos grupos les convino.
CCOO en un comunicado de prensa decía:” las medidas
impuestas por el Gobierno, sin negociación con los agentes
sociales ... nos llevan a un cambio de modelo social y nos
arrastran a una sociedad más injusta, menos igualitaria y
más autoritaria”.
Como manifestación suya pase, como algo útil para una mejor
convivencia, eso no se lo creen ni ellos.
Al fin y al cabo, en algo se tienen que entretener los
sindicatos de clase, porque otras cosas positivas no se les
ve. Y repito ¿Con qué dinero se han pagado esos viajes?.
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