El director territorial del Ingesa, Fernando Pérez-Padilla,
no descarta la posibilidad de que se despidan interinos del
área sanitaria de Ceuta, aunque asegura que en cualquier
caso sería “una medida extrema”. “El gerente y yo estamos
luchando para que las medidas no afecten a los
trabajadores”, asegura. Pese a esta posibilidad, el gerente
del área sanitaria garantizó a los sindicatos, a través de
la presidenta de la junta de personal, Elisabeth Muñoz, que
no se despediría a interinos.
El director territorial del Ingesa (Instituto Nacional de
Gestión Sanitaria), Fernando Pérez-Padilla, aseguró a EL
PUEBLO que despedir a interinos del área sanitaria de Ceuta
-una medida que últimamente se escucha mucho entre los
círculos sanitaraios- sería “una medida extrema”. El
director alertó, sin embargo, de que por esa vía podrían
venir futuros recortes y medidas que afectasen a Ceuta.
“Probablemente por ahí vayan encaminadas medidas que se
fueran a tomar, pero serían ya extremas”, apuntó el médico,
quien aseguró estar trabajando para que esa situación no se
produzca. “Nosotros, el gerente [Manuel Cabeza] y yo,
estamos luchando codo con codo y es nuestra máxima
preocupación; lo que estamos intentando es que todas las
medidas y reformas y el recorte que se produzca, nunca
afecte a los trabajadores, que no haya que despedir a
nadie”, apuntó Pérez-Padilla. Pese a esta posibilidad, el
gerente del área sanitaria garantizó a los sindicatos, a
través de la reunión mantenida el pasado 28 de agosto con la
presidenta de la junta de personal, Elisabeth Muñoz, que no
se despediría a interinos.
En esa línea explicó que cuando surgió la polémica con las
horas de feria, “lo que inclinó la balanza a que no se
dieran fue que había que despedir interinos”.
En esa ocasión, todos los sindicatos solicitaron que se les
concedieran, como había ocurrido todos los años, un total de
nueve horas de feria como en otras administraciones
públicas. Una petición que el Ingesa rechazó, pese a que los
sindicatos aseguraban que no suponía coste alguno para la
administración, puesto que se las cubrían entre los
trabajadores. El ingesa respondió que sí suponía un gasto y
denegó la petición.
En ese sentido, Pérez-Padilla agrega: “No estamos dispuestos
a despedir a nadie salvo que sea absolutamente necesario”.
Necesidades de servicio
Por otro lado, USO (Unión Sindical Obrera) denunció la
restricción de contrato de tres auxiliares administrativos
-así como el fin de contrato de dos pinches de cocina a
partir del octubre- y la incorporación en su lugar de un
funcionario de la Dirección Territorial. Una situación que
rechazan desde el Ingesa, alegando que las necesidades de
servicio, “como su nombre indica, es algo temporal”. “Es una
necesidad que se crea en un momento determinado para una
función que no existe, que no está contemplada, hay que
apoyar un servicio o hay que hacer algo extraordinario,
entonces se contrata a una persona para cubrir esas
necesidades durante un tiempo. Cuando esa necesidad
finaliza, finalizan los contratos”, explica el director
territorial del Ingesa. En ese sentido, Pérez-Padilla
reconoce que, “evidentemente”, las necesidades de servicio
sean “quizá” la parte “más débil de la cadena”. “Cuando hay
que reducir algún puesto se empieza por la necesidad de
servicio”, apostilla el director.
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