A.C. y A.H. se sentaron ayer como acusados de un delito de
ocupación ilegal ya que hace un año se instalaron en una
casa abandonada en la calle Molino que es propiedad del
Estado. La pareja, que tiene dos hijos menores, reconoció
haber entrado en la vivienda por una ventana rota y alegó no
tener recursos para acceder a una casa de alquiler.
Una pareja se sentó ayer en el banquillo de los acusados por
no desalojar la casa en la que viven desde hace un año y que
ocuparon de manera ilícita al comprobar que estaba
abandonada. El juicio, por un delito de ocupación ilegal, se
celebró en el Juzgado de lo Penal número uno y, en él, los
dos imputados intentaron demostrar su situación de
“necesidad” para rebajar la pena de multa de 1.080 euros que
la fiscal solicitaba para cada uno.
Tanto la mujer (A.C.) como el marido (A.H.) reconocieron
haber ocupado la vivienda, ubicada en la calle Molino, hace
un año y que seguían en ella. Los dos alegaron que no tienen
donde ir ni quien les ayude, y aunque antes vivían con el
padre de ella, según explicó el marido, se fueron de la
vivienda por varios problemas. La pareja y sus dos hijos
sobreviven con una ayuda de 390 euros que les ofrecen desde
Asuntos Sociales, pero aseguran que no tienen medios para
acceder a una vivienda. Por eso, según explicó el martido,
buscaron un lugar abandonado y encontraron la casa de la
calle Molina.
Los imputados explicaron que accedieron a la vivienda, que
es propiedad de Hacienda, por una ventana que se encontraba
rota. Más tarde cambiaron el bombín de la puerta y se
hicieron con la llave del portal. Además, la pareja explicó
que la casa no tenía agua, pero si luz.
A continuación testificó el jefe de sección de Patrimonio
del Estado en Ceuta dado que la vivienda pertenece a
Hacienda. El responsable explicó que las ventanas estaban en
“perfecto estado” y que además estaban protegidas con rejas.
Según aclaró el testigo, se había quitado el hierro para
poder acceder a la casa y así lo corroboró uno de los
agentes de Policía Nacional que acudió a la vivienda después
de recibir el aviso de que estaba ocupada. El policía señaló
que había una ventana rota, la de la cocina y no la del
cuarto como explicaron los ‘okupas’, y que la reja había
sido forzada.
El caso ha quedado visto para sentencia y a la espera de que
se desaloje la vivienda que, de momento, sigue ocupada por
los dos imputados y sus dos hijos menores de edad.
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