Con la devolución a Marruecos de los inmigrantes ilegales
que habían accedido a Isla de Tierra, como nueva estrategia
de las mafias que buscan vías de entrada a Europa, no se ha
hecho más que cumplir fielmente con el Convenio Bilateral
firmado entre los Reinos de España y Marruecos en 1993.
Por este Tratado suscrito por dos Estados soberanos, todo
extranjero de terceros países que acceda ilegalmente a
España desde Marruecos puede ser devuelto de manera
automática y el Reino alaouita tiene la obligación de
aceptar a estas personas. Y ante Acuerdos Internacionales
que afectan a toda Europa poco o nada pueden hacer las voces
que reclaman desde las ONGs. Si los africanos accedieron
ilegalmente a este islote español situado a escasos metros
de Marruecos y rodeado por las aguas territoriales
marroquíes lo legal es su devolución y con respecto a las
trabas burocráticas de la irreal Ley de Extranjería (pide a
gritos una reforma que facilite los trámites y podemos
copiarlas del resto de los países sobre todo de EEUU y
Australia) no creo que los subvencionados onegetistas
tuvieran la pretensión de desplazar a la isla a un
contingente de abogados, un funcionario y un sistema de
ordenadores, para “garantizar” lo que Marruecos garantiza
sobradamente. Lo que parece mucho más dudoso es que las
autoridades del país vecino vayan a acceder a la injerencia
de ninguna administración para lo que según el demagógico
comunicado consiste en “Que tengan garantizado (de forma
fehaciente) el cumplimiento de sus Derechos en el proceso
bajo tutela del Gobierno marroquí” Lógico que los
representantes de estas oenegés planeen desplazarse a
Marruecos para poner “firmes” a sus Autoridades y comprobar
“de forma fehaciente” que se cumplen los Derechos de esos
ilegales. Loable gesto y admirable iniciativa la de ser
garantes de que se toman “las medidas oportunas” allí, sobre
en el terreno, en la misma frontera con Argelia. Porque
reclamar y criticar con cientos de kilómetros o mil
kilómetros de por medio es muy fácil y muy socorrido, lo que
resulta más peliagudo es lo que van a hacer ellos: entrar en
Marruecos a protestar y a salvaguardar los derechos de esos
africanos cuyo primigenio y fundamental derecho es ser
repatriados a sus países de origen y no aspirar, incluso de
forma violenta y saltando la valla de Melilla, irrumpir por
la fuerza en un país y obligar a sus ciudadanos a
mantenerles “sine die”, máxime cuando millones de los
ciudadanos de ese país viven bajo el umbral de la pobreza y
lo que se les da a los extranjeros ilegales se les está
quitando de la boca a nuestros pobres.
Algo que se evitó con los de Isla de Tierra, por más que los
españoles tuviéramos que aceptar a “mujeres y menores” algo
incomprensible ya que el Principio de Igualdad prohibe la
discriminación por razón de sexo y las africanas ilegales no
tienen más derechos que los africanos ilegales y en cuanto a
“los menores” Marruecos es una monarquía ejemplar y un país
democrático muy capaz de garantizar los derechos de “todos”.
Aunque requiere ayuda de Bruselas en primer lugar para
blindar la frontera con Argelia, en segundo lugar para
instalar grandes Centros de Internamiento y en tercer lugar
para sufragar los gastos de las repatriaciones de los
extranjeros que tratan de entrar ilegalmente en Europa y que
representan una carga insoportable para nuestros sistemas
sociales. Pero excepcional ese viaje de todas las ONGs a
Marruecos, que vayan y luego nos cuenten...
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