Rajoy prometió “no tocar” las
pensiones de los abuelos, que es lo mismo que decir
“prometió respetar a quienes se partieron los huevos para
levantar España” y encima cotizaron, como Dios manda. Y ha
cumplido, a medias, porque lo que te respeto por aquí te lo
escatimo por allí: copago, medicamentos que se excluyen de
la Seguridad Social, otros que se encarecen… Se ve que los
derroches pasados cuando “todos tenían derecho a todo”
cuando a los botarates ignominiosos que para echar una
cuenta tenían que hacerlo contando con los dedos, en una
España donde se ha solido pasar del fracaso escolar y de la
mediocridad intelectual más abrumadora al cargo, el despacho
y el coche oficial, el que unos tipos ignorantes como la
pura mierda hablaran de “sanidad gratuita y universal para
todos” era un mérito y el único master del que podían
alardear los sandios profesionales de la buena conciencia.
¿Y cuantos miles de personas que no han cotizado en la vida
se habrán aprovechado de nuestra Sanidad Pública y qué gasto
billonario se habrá tenido en medicamentos? Porque no es
nada novedoso hablar de los paquetones llenos de medicinas
obtenidas gratuitamente que han viajado a otros países para
ser vendidas allí. ¡Normal que ahora les falten a nuestros
jubilados! ¡Normal que muchos ciudadanos se planteen
dirigirse a la Defensora del Pueblo para demandar si es
legal el que un Gobierno “reconozca” alegremente que hay
cerca de un millón de ilegales en España con los que se está
adoptando la decisión notoriamente injusta, con plena
conciencia de su injusticia, de no repatriarles de inmediato
para evitar que se coman lo poco que les queda a nuestros
diez millones de pobres y a los desdichados que ven en el
aire su “paguilla” de 400 euros!
Y que no vengan los onegetistas que hacen de la caridad su
medio de vida a clamar por los derechos de los nacionales de
otros países cuyo primer derecho es ser devueltos de
inmediato con el billete pagado, a su lugar de origen para
que sus Gobiernos se hagan cargo de sus necesidades, tal y
como ordenan todos los tratados suscritos en el seno de la
ONU. ¿Una excepción? Los refugiados de guerras de quienes
tiene la obligación de ocuparse ACNUR.
Pero ¿Conocen alguna ONG subvencionada que luche y se
implique por los derechos de los jubilados que ven
escatimados sus tratamientos y que si pagan algo por las
medicinas, por poco que sea, ya no les queda para comer
aunque sea un puchero rancio cada semana?
El tema nos está impactando de lleno y los paniaguados que
rodean a los gobernantes (sus amigachos que no tipos
excelentes) muestran miopía e hipocresía, estulticia y
estrabismo a la hora de apuntar soluciones reales para un
mundo real, que no paridas mentales “para un mundo feliz”
inexistente. Las arcas están vacías pero hace falta mucho
más que esquilmar a los pocos que trabajan por un lado, para
malgastarlo por otro. A los abuelos no les llega ¿Dónde
están los espíritus puros de las ONGs?
|