El Ministerio de Educación y Cultura estudia en la
actualidad un proyecto a implantar a medio plazo para
transformar el Instituto Almina en un Centro integrado de
Formación Profesional. Las autoridades académicas del MEC
son conscientes que este proyecto ha de tener un recorrido
aún y supone un proceso complejo antes de su implantación
formal porque supondría sacar la Educación Secundaria del
Instituto Almina y reubicarla en otros centros de la Ciudad,
hecho que no sería factible, en tanto no se construya un
nuevo centro de secundaria.
El Ministerio de Educación y Cultura estudia en la
actualidad un proyecto a implantar a medio plazo, para
transformar el Instituto Almina en un Centro integrado de
Formación Profesional que facilitaría el contacto con el
Servicio Público de Empleo Estatal (SEPES), es decir, el
antiguo INEM, la Cámara de Comercio, Confederación de
Empresarios y sindicatos para, no solo llevar adelante la
Formación Profesional reglada de un instituto, sino también
facilitar instalaciones, apoyo, profesorado y, en
definitiva, todo lo que sería la información ocupacional de
cara al empleo y, todo ello, mediante la información
profesional reglada.
Un proyecto que aún está en ciernes y que todavía tienen que
madurar un tanto, pero que abre una nueva perspectiva para
los dos mil alumnos que hay matriculados este curso en
Formación Profesional en Ceuta.
Las autoridades académicas del MEC son conscientes que este
proyecto ha de tener un recorrido aún y supone un proceso
complejo antes de su implantación formal porque supondría
sacar la Educación Secundaria del Instituto Almina y
reubicarla en otros centros de la Ciudad, hecho que no sería
factible, en tanto no se construya un nuevo centro de
secundaria que permitiera no elevar la ratio profesor/alumno
por aula.
Por todo ello, este proyecto no se plantea a corto plazo
sino a medio, para perfilar todos los detalles inherentes a
su desarrollo efectivo, pero lo cierto es que ahí está el
estudio y este proyecto cuenta con viabilidad y, a lo que
parece, también con voluntad política.
La FP dual sería un complemento al actual sistema
El acuerdo suscrito por España y Alemania para implantar el
modelo germano enriquecería el sistema al permitir que el
alumnado desarrolle su preparación con una mayor presencia
en la empresa.
En la actualidad existe un Anteproyecto de Ley para regular
la estructura de la Formación Profesional española, pero
tras la firma de las Cámaras de Comercio de España y
Alemania para implantar la FP dual germana, permitiría
combinar mediante el modelo teutón, combinar clases teóricas
con prácticas. Conociendo que un 78% de los alumnos del país
se quedan en las empresas donde se han formado, ésta es una
posibilidad importante para facilitar el acceso al mundo del
trabajo. Un sistema idóneo para combatir el paro juvenil, en
edades entre 16 y 25 años, lo que supondría una vía de
rescate para aquéllos jóvenes que abandonan los estudios a
temprana edad.
Sin embargo, este modelo cuenta con una clave: resulta
fundamental el número de plazas que oferten las empresas, ya
que ello determinaría las posibilidades de colocación de los
jóvenes, hecho que no se produce en la actualidad al
funcionar mediante convenios con empresas a las que se
gratifica con una módica cantidad desde el MEC.
El sistema de FP dual contribuye a enriquecer la oferta
laboral y abrir nuevas posibilidades para el empleo. Un
sistema que ayuda a que el alumnado desarrolle su
preparación con una mayor presencia en la empresa y con una
remuneración de unos 450 euros que estimula el esfuerzo del
estudiante durante su formación en período de prácticas.
Se trata de una estrategia más de acercar la FP a la empresa
para facilitar el acceso al mundo laboral. Algo que no
existe en la actualidad, ya que la FP se basa ahora en un
sistema de ciclos formativos de grado medio y superior de
dos mil horas lectivas que equivalen a d os años de
estudios. Y en la fase final, durante el último trimestre se
hacen un sexto de horas de prácticas del global de estos
estudios.
En el territorio MEC los centros abonan una cantidad
simbólica como compensación por las prácticas de sus
alumnos. En el modelo de FP dual, sin embargo, el 60% del
ciclo f ormativo se realiza en la empresa y un 40% en los
centros docentes. Y ello supone un vuelco en el aprendizaje
en el entorno laboral.
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